Pedro Daniel (51), la odisea de un zaragozano atrapado por la precariedad sanitaria en Cuba: "Hubo que acudir al mercado negro"
Este vecino de la localidad zaragozana de Épila ha sido repatriado en un avión medicalizado tras sufrir una peritonitis y afrontar la falta de medios y medicinas en la isla

El calvario de Pedro Daniel en Cuba
Zaragoza - Publicado el - Actualizado
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Pedro Daniel, zaragozano de 51 años, ha vivido en Cuba uno de los peores capítulos de su vida. Ya está en Zaragoza tras sufrir una peritonitis en Cuba y quedar bloqueado en la isla a la espera de asistencia sanitaria.
El hombre llegó este lunes en un avión medicalizado al aeropuerto de Zaragoza y fue trasladado de inmediato a la UCI del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, donde permanece ingresado en estado estable. Su repatriación pone fin a un auténtico calvario marcado por la falta de medios en la sanidad cubana y una lucha titánica de su familia por traerlo de vuelta.

Hospital Clínico de Zaragoza
La pesadilla comenzó durante unas vacaciones en Santa Clara, Cuba, cuando Pedro Daniel sintió un fuerte dolor abdominal. Lo que inicialmente parecía una complicación manejable derivó en una situación crítica: un vólvulo intestinal que necrosó parte del intestino y requirió una intervención de urgencia. Lejos de mejorar, su estado se agravó con una neumonía y, finalmente, una peritonitis, según ha relatado su familiar, Daniel Moseo.
la precariedad sanitaria en cuba
La familia, que tuvo que viajar de urgencia a la isla, se topó con una realidad desoladora. A pesar de la buena voluntad y el "trato inmejorable" de los profesionales sanitarios cubanos, el hospital carecía de los recursos más básicos. La situación se volvió desesperada cuando Pedro Daniel necesitó un antibiótico específico, la colistina, que no estaba disponible. Su familiar ha lamentado que "un médico sin medios no es nada", aunque ha reconocido el esfuerzo del personal local.
Ante la falta de medicación en los canales oficiales, la familia se vio obligada a recurrir al mercado paralelo para conseguir el tratamiento. "Hay que acudir al mercado negro, aunque allí en realidad no es mercado negro porque es el único que hay. Te mandan una medicina y tienes que encontrarla como sea", ha explicado Daniel Moseo. Esta práctica, habitual en la isla según su testimonio, les permitió conseguir el fármaco para un par de días, mientras veían cómo la salud de Pedro Daniel empeoraba a marchas forzadas.
Te ves en un país a 8.000 kilómetros del tuyo y en una situación sanitaria totalmente precaria"
Familiar de Pedro Daniel
La odisea de la repatriación de cuba a españa
La lucha por traer a Pedro Daniel de vuelta a España fue otro frente de batalla. En un primer momento, el consulado español les comunicó que "la repatriación no estaba contemplada" para casos individuales, solo para emergencias colectivas. Sin embargo, tras la presión mediática que generó el caso, el apoyo consular fue "total", según la familia, facilitando su traslado a un hospital mejor en La Habana y mediando con el gobierno cubano.
Por el contrario, la respuesta del seguro de viaje contratado ha sido calificada por la familia como negligente. La compañía, según su relato, se negó a cubrir los gastos de repatriación y, en el momento más crítico de la falta de medicación, su respuesta fue que debían esperar. "Era sábado y tenían que evaluarlo el lunes", ha denunciado Moseo, una demora que pudo haber sido fatal para Pedro Daniel.
La respuesta del seguro médico fue negligente. Querían esperar dos días para evaluar el caso"
Familiar de Pedro Daniel
Épila se vuelca con su vecino
La repatriación, con un coste elevadísimo, solo ha sido posible gracias a una impresionante ola de solidaridad. Amigos, vecinos y el Ayuntamiento de Épila se movilizaron para recaudar los fondos necesarios. El consistorio, en un pleno extraordinario, aprobó por unanimidad adelantar la partida económica para poder pagar el avión medicalizado y traer a Pedro Daniel de vuelta a casa.
A la causa se sumaron también sus compañeros de trabajo en la empresa Estampaciones Metálicas SA. En un gesto de generosidad, muchos de ellos donaron su cesta de Navidad para contribuir a la causa. La propia empresa, además, se comprometió a aportar la misma cantidad que la recaudada por sus empleados, un apoyo que la familia ha calificado de "muy honroso".
Ahora, ya en la UCI del Clínico de Zaragoza, los médicos han comenzado el tratamiento "prácticamente de cero". La familia ha querido agradecer el apoyo recibido por parte de los medios de comunicación, la Consejería de Sanidad de Aragón, el cónsul general José Miguel Corbinos y, especialmente, a toda la gente de Épila, cuyo apoyo les ha hecho sentirse "muy arropados" en la peor de las situaciones.
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