Luis Carlos Cuartero deja el Real Zaragoza tras toda una vida ligada al club
El club ha alcanzado con él un acuerdo para finalizar su relación contractual, después de toda una vida en la entidad, entre su etapa de jugador o la actual como director general

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Madrid - Publicado el
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Luis Carlos Cuartero ya es historia en el Real Zaragoza. Su marcha se ha convertido en definitiva tras comunicar el club un acuerdo para finalizar su relación contractual, después de prácticamente toda una vida en la entidad, entre su etapa de futbolista o la actual como director general. En esta última militaba desde el año 2016, hasta que la llegada de la actual propiedad con Raúl Sanllehí a la cabeza le había dejado en el club sin un puesto claro. El propio Sanllehí lo definió como un facilitador de transiciones entre la anterior directiva y la actual. Y, ahora, han decidido ya por mutuo acuerdo prescindir de sus servicios. En el comunicado, el Real Zaragoza explica que “se ha tomado la decisión de finalizar su contrato debido a la duplicidad en la dirección general”.
Cuartero entró al club en categorías inferiores, debutando con el primer equipo en 1993. Allí militó durante 15 temporadas, levantando títulos incluso como el de la Copa del Rey del año 2004 frente al Real Madrid de los Galácticos.
Desde el Real Zaragoza le desean “todo lo mejor en esta nueva etapa”, agradeciéndole “su entrega, dedicación y trabajo a lo largo de todos estos años”.
CARTA DE DESPEDIDA DE CUARTERO
Queridos zaragocistas:
Después de más de treinta años unido al Real Zaragoza, ha llegado el momento de decir adiós. Me marcho con un sentimiento de profundo agradecimiento, que es el único que cabe en mi corazón después de todo lo que he vivido en este queridísimo Club.
Llegué siendo apenas un niño para formarme en la Ciudad Deportiva y bajo la dirección de brillantes técnicos tuve el orgullo enorme de vestir la camiseta del primer equipo; y disfrutar después de momentos históricos, fijados en el alma de todos los zaragocistas. Que guardaré por siempre en lo más hondo de mi ser.
Procuré más tarde ayudar con mi dedicación en momentos que han resultado muy complicados, y a los que ahora, con el cambio de rumbo establecido por la nueva propiedad, pongo punto final, deseándoles toda la suerte del mundo.
Al volver la mirada atrás, solo puedo dar gracias por haber podido participar de este escudo y estos colores. Que estoy convencido que es lo más grande a lo que puede aspirar un futbolista y un profesional. Y que van a seguir siendo mi norte. Dejo un camino sembrado de personas admirables, maravillosas, que me han ayudado a ser sobre todo mejor persona. Siempre tendré presente aquello que me inculcó mi padre de niño, que el zaragocismo de una persona se mide por la lealtad de su corazón y la humildad de su alma hacia los dos pilares más importantes: el escudo y el león.
Me llevo cosido al corazón el cariño inmenso, las innumerables muestras de afecto de todos cuantos me lo han manifestado, orgullo que debo al Real Zaragoza. Y respeto también a quienes, con el mismo respeto, han entendido las cosas de una manera distinta.
Gracias por encima de todo al Real Zaragoza, que ha marcado y marcará el sentido de mi vida y por el que estoy convencido de que merece la pena entregarse. A ello he procurado dedicarme, con el respaldo y la comprensión de los pilares más importantes de la vida: la familia y los amigos.
Gracias de todo corazón. ¡Aúpa Real Zaragoza!