El Real Zaragoza se hunde en Albacete, víctima de sus despistes y del caos que provoca su entrenador (2-1)

El Real Zaragoza sucumbió en Albacete (2-1) víctima de sus desconexiones -especialmente grave el despiste de Poussin en el esperpéntico segundo tanto local, de los que salen en los telediarios de todo el mundo- y confundido y ahogado en el incalificable e indescifrable jeroglífico planteado por su testarudo entrenador.

Con un equipo otra vez atiborrado de centrales, sin Keidi Bare, baja de última hora por molestias musculares, con los recién llegados Guti y Dani Gómez esperando en el banquillo (aunque éste salió al final y acortó distancias con un gol inservible), lo mejor estuvo en la titularidad de Pau Sans en el ataque.

Fue el mejor y con él también lo fue el Real Zaragoza en una primera parte en la que los aragoneses merecieron más e incluso vieron cómo se les anulaba un gol de Clemente en una decisión cuando menos polémica, pues el motivo final de que el tanto no subiera al marcador no fue un fuera de juego, sino que presuntamente el balón había salido fuera en la parábola que hizo en el aire en el saque del córner.

Pero de lo que pudo haber sido a lo que realmente fue medió tan sólo el descanso, pues a la vuelta del mismo (justo después de que el técnico del Albacete reforzara a los suyos con tres oportunos y decisivos cambios), los manchegos tardaron 30 segundos en ponerse por delante en el marcador con un gol de Pablo Sáenz, que acababa de entrar al campo, y al que los defensas zaragocistas dieron tiempo de controlar, resbalarse, incorporarse y volver a armar la pierna para rematar a la red desde la frontal del área.

El que no había entrado al campo era el Real Zaragoza, que salió del vestuario, sí, pero con la caraja por bandera y con dos despistes tremendos, especialmente el del segundo gol, de Agus Medina que encontró desprevenida a la zaga y, sobre todo, al meta visitante Poussin, que estaba colocando a sus defensas en el lanzamiento de una falta dejando desguarnecida la portería.

El patético comienzo de la segunda parte por parte del Real Zaragoza fue el inicio de la descomposición que fue sufriendo el equipo a lo largo del segundo período. Con dos a cero en contra y el ínclito Miguel Ángel Ramírez, erre que erre. Defensas y más defensas, convirtiendo el presunto orden, en realidad, en un absoluto caos en el que muchos no saben ni a lo que juegan.

Un jeroglífico indescriptible del que sólo pareció desatascarse buscando el ataque en los últimos suspiros del partido, ya sin tiempo para nada, salvo para que el debutante Dani Gómez, que acababa de salir al campo, culminase a bocajarro con un inútil tanto una buena combinación de Adu Ares y Alberto Marí.

La reacción llegó tarde (minuto 88) y el triunfo se quedó en tierras albaceteñas, lo que permite a los locales alcanzar en puntos y adelantar en la tabla por goalvaerage a los aragoneses, que desde que llegó su presuntuoso entrenador, Miguel Ángel Ramírez, sólo han logrado una victoria en cinco partidos y ha sumado tan solo 5 puntos de 15 posibles.

Albacete 2: Lizoain, Javi Rueda (Alcedo, min.78), Pepe Sánchez (Jon García, min.46), Lalo, Agus Medina, Juanma, Riki, Pacheco (Javi Villar, min.72), Morci, Kofane (Pablo Sáenz, min.46) y Javi Martón (Higinio, min.46).

Real Zaragoza 1: Poussin, Iván Calero, Bernardo Vital, Lluís López, Clemente (Aketxe, min.67), Pau Sans (Alberto Marí, min.67), Francho Serrano (Adu Ares, min.80), Arriaga, Toni Moya, Adrián Liso (Vallejo, min.88) y Bazdar (Dani Gómez, min.67).

Goles: 1-0, m.46: Pablo Sáenz; 2-0, m.57: Agus Medina; 2-1, m.88: Dani Gómez.

Árbitro: Guzmán Mansilla (Colegio Andaluz). Mostró cartulinas amarillas a los locales Javi Martón y Agus Medina, Javi Rueda y Javi Villar, y a los visitantes Bazdar y Lluís López y Arriaga.

Incidencias: encuentro correspondiente a la vigésima sexta jornada de LaLiga Hypermotion (Segunda División), disputado en el estadio Carlos Belmonte ante 8.887 espectadores.