Ramón Fuertes, coach: "Un proceso de coaching no deja indiferente a nadie"

El experto en coaching coactivo desgrana las claves de un proceso de desarrollo personal, un "viaje" de autodescubrimiento para alcanzar los objetivos vitales

Pablo Fernández Pujol

Teruel - Publicado el

3 min lectura

Para el coach Ramón Fuertes, un proceso de desarrollo personal o ejecutivo es, ante todo, "un viaje". Así lo ha definido en los micrófonos de COPE Teruel, donde ha explicado que en este proceso las personas toman conciencia de dónde están y a dónde quieren llegar. El coach, según Fuertes, acompaña al cliente para que consiga sus objetivos "a través de ellos mismos", basándose en la premisa del coaching coactivo de que las personas son "completas, inteligentes y están llenas de recursos". Por tanto, el objetivo principal es que logren sus metas por sí mismas.

El inicio del viaje interior

Según el experto, no hay una única señal para empezar este "viaje", ya que el coaching "está abierto a todo el mundo". Sin embargo, muchas personas recurren a él cuando experimentan una falta de propósito, una falta de motivación o "una sensación de que anhelan algo". En ese punto, el trabajo del coach es ayudarles a establecer una agenda y unos objetivos, acompañándolos en el camino que ellos mismos se han marcado para alcanzar lo que sienten que les falta.

Lo que un cliente puede tener por seguro, afirma Fuertes, es que "un proceso de coaching no deja indiferente a nadie". La habilidad del profesional es "suscitar la transformación", una invitación a que el cliente se convierta en la persona que realmente quiere ser, sin forzar el cambio. Este proceso implica un profundo autoconocimiento, conectar con los valores propios y empezar a avanzar progresivamente en el camino que se ha definido.

Un coach no está para dar consejos, no está para dar soluciones, no está para hacer mentorías"

Preguntas poderosas y sin expectativas

Desde la perspectiva del coach, es fundamental afrontar cada proceso "sin expectativas". Fuertes subraya la importancia de partir desde "una perspectiva de humildad, de respeto, de generar una confianza y un espacio seguro para ese cliente". El coach es "una mera herramienta" al servicio del cliente, que ya posee todo su potencial y habilidades. La función del profesional es recordarle sus objetivos y, sobre todo, plantearle preguntas poderosas que le ayuden a ver aquello que no está viendo por sí mismo.

El experto destaca que el verdadero impacto no reside en decir al cliente lo que tiene que hacer. La clave está en que la persona "viva la experiencia" y, a través de distintas metodologías, "descubra por sí mismo" las respuestas. Según Fuertes, "esos descubrimientos son los que se quedan calados en nosotros y los que nos generan esa evolución, ese progreso y ese descubrimiento".

La escucha activa como habilidad fundamental

Interpelado sobre la clave para sostener todo el proceso, Ramón Fuertes es categórico: "saber escuchar". Describe esta habilidad como una escucha activa donde el objetivo es "entender, comprender, empatizar". Un buen coach no habla más que el cliente, no interrumpe ni le acaba las frases. Esta capacidad de escucha es lo que permite "lanzar esa pregunta que le ayude al cliente a conectar con una respuesta que le marque".

No hay que esperar a estar mal para contactar con un coach"

Finalmente, Fuertes lanza una reflexión para todos los oyentes, desmontando un mito habitual. "No hay que esperar a estar mal para contactar con un coach", ya que para eso existen los profesionales sanitarios. Un proceso de coaching es útil en cualquier momento para encontrar respuestas, un propósito de vida o una motivación renovada. "Pon un coach en tu vida, porque esto te hace conectar contigo mismo, conectar con tu agenda y conectar con tu camino", ha concluido.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.