Panticosa revoluciona los Pirineos con el tobogán de mayor desnivel de Europa
Las obras ya han comenzado y la previsión es que entre en funcionamiento en diciembre de 2026

Jorge Azcón, presidente del Gobierno de Aragón
Jaca - Publicado el
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Un emocionante proyecto está tomando forma en Panticosa, Huesca, prometiendo revolucionar el turismo de montaña en los Pirineos. Se trata del que será el tobogán de montaña con mayor desnivel de Europa, una infraestructura diseñada para ofrecer una experiencia única y, al mismo tiempo, impulsar la desestacionalización del turismo en la región.

Acto de colocación de la primera piedra
Un viaje a toda velocidad: características del tobogán
Este innovador tobogán, que ya ha iniciado su construcción, se extenderá a lo largo de casi 3 kilómetros, salvando un impresionante desnivel de más de 700 metros. Los aventureros que se suban a sus trineos de última generación podrán completar el recorrido en tan solo 9 minutos, alcanzando una velocidad máxima de 40 kilómetros por hora.
Con una capacidad para 50 trineos, se estima que el tobogán podrá ser disfrutado por 1.100 personas cada día, convirtiéndose en un atractivo central para los visitantes de la zona. Ignacio Vicente, ingeniero de Viacron, ha destacado el ingenio detrás de su diseño, logrando sortear obstáculos naturales mediante la construcción de puentes.
Sostenibilidad y tecnología de vanguardia
Más allá de la emoción, el proyecto se ha concebido con un fuerte compromiso con el medio ambiente. Según Vicente, el sistema es "muy respetuoso con el medioambiente", ya que aprovecha la energía del telecabina y el propio desnivel del terreno para su funcionamiento. Además, contará con un almacén automático para gestionar la entrada y salida de los trineos, optimizando la operación y la experiencia del usuario. Los trineos, de última generación, están diseñados para albergar a un adulto y un niño de hasta 8 años, haciendo de esta una actividad ideal para familias.
El Plan Pirineos: un motor de desarrollo integral
La construcción de este tobogán se enmarca dentro del ambicioso Plan Pirineos del Gobierno de Aragón, una estrategia integral para mejorar las infraestructuras, servicios y sostenibilidad de las cuatro comarcas pirenaicas aragonesas. El objetivo principal es desestacionalizar el turismo, promoviendo que los visitantes disfruten de la zona durante más meses al año, más allá de la temporada de esquí.
La inversión total para el tobogán asciende a 7,7 millones de euros, con una aportación significativa del Ejecutivo aragonés de 7,2 millones de euros, y el resto financiado por el Ayuntamiento de Panticosa.
Inversión en infraestructuras y vivienda: el compromiso del Gobierno de Aragón
El presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, ha resaltado la importancia de esta infraestructura como un "ejemplo de motor económico y de la desestacionalización del turismo". Azcón ha enfatizado que el tobogán podrá dar servicio a los turistas durante 10 meses al año, un factor clave para la continuidad turística en las estaciones de esquí.
Esta nueva inversión se suma a los 12 millones de euros ya destinados en 2024 en el valle de Tena para la producción de nieve, con la instalación o sustitución de 547 cañones en el dominio esquiable Formigal-Panticosa, fortaleciendo la capacidad de innivación en la zona.
Además, el presidente Azcón ha subrayado la crucial inversión en vivienda para los trabajadores del valle. "Estamos trabajando en la construcción de 16 viviendas en Panticosa, 15 en Biescas y 60 en Sallent de Gállego, que sumarán una inversión de casi 14 millones de euros", ha detallado. Esta medida es fundamental, ya que "sin posibilidad de vivienda para los trabajadores, no hay posibilidad de que el Pirineo siga creciendo".
Con más de 500.000 personas visitando Formigal y Panticosa cada invierno por la nieve, y casi 20.000 cada verano para la telecabina, el Gobierno de Aragón está "redoblando los esfuerzos para que el turismo tenga continuidad durante todo el año", según ha manifestado el líder del Ejecutivo.
Este proyecto del tobogán de montaña representa un paso audaz hacia un modelo turístico más diversificado y sostenible en el corazón de los Pirineos aragoneses.