Una emblemática tienda de ultramarinos de Jaca echa el cierre tras 13 años: "Nos cambian por unos pisos turísticos"
El supermercado Santa Orosia es todo un referente en el municipio de Jaca pero su dueño Fermín Orieta deberá echar la persiana entre el cariño y apoyo de los vecinos

Comerciante afectado por los pisos turísticos en Jaca
Zaragoza - Publicado el
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El emblemático ultramarinos regentado por Fermín Orieta Saavedra en Jaca cerrará definitivamente sus puertas a finales de este mes de octubre después de 13 años de actividad en el barrio de la Universidad. Fermin y su mujer Blanca se ven obligados a abandonar su negocio después de que el propietario del local haya decidido vender las instalaciones a una empresa que gestiona pisos turísticos.
La noticia ha causado un gran impacto en el barrio, donde la tienda era considerada mucho más que un simple comercio. De hecho, la comunidad de propietarios del inmueble votó en contra del uso turístico pero este local, al tener una entrada separada del resto del bloque, no tiene el deber de acatar esa decisión.
No nos renuevan, nos tenemos que ir"
Comerciante en Jaca
El cierre se producirá el próximo 24 de octubre, aunque la entrega del local será el día 31. Antes, este mismo sábado los vecinos de la localidad van a concentrarse en apoyo a Blanca y Fermín y en protesta de lo que consideran una pérdida de servicios para los vecinos y un paso más hacia la masificación turística.
Un cierre precipitado
Así, el fin de esta etapa para Fermin llega de forma precipitada. Según ha explicado el propio Orieta, los dueños le comunicaron en julio que tenían un precontrato de venta y que no le renovarían el contrato de alquiler. "No nos renuevan, nos tenemos que ir", ha lamentado, señalando que en el contrato no existía una cláusula de tanteo preferente que le diera prioridad para la compra. Aunque tenía planes de adquirir el inmueble el próximo año, la venta se ha precipitado.
El "faro" del barrio
La tienda no solo era un negocio, sino un punto de encuentro y un servicio esencial, al ser la única en esa zona de Jaca. Los propios clientes la definían como “una luz, un faro ahí en la noche en la oscuridad”. Orietta destaca que el valor del comercio radicaba en el trato directo y cercano con la gente, en contraste con el modelo impersonal de las grandes superficies donde uno paga "en una caja automática y me voy".
Esta tienda era una luz, un faro ahí en la noche en la oscuridad"
El cariño de la comunidad se ha hecho evidente con el anuncio del cierre. Son los propios vecinos y clientes quienes han organizado muestras de apoyo, un gesto que Orieta agradece enormemente. El propietario recuerda con emoción iniciativas solidarias como la recogida de ayuda para Ucrania, cuando desde su local "salieron muchos vehículos, muchos transportes hacia la zona de guerra", gracias al apoyo de la gente de Jaca y los valles cercanos.
El futuro, lejos de Jaca
A pesar del arraigo, Fermín Orieta descarta reabrir el negocio en Jaca. El principal motivo son los precios "desorbitados" de los locales disponibles. Aunque le han ofrecido algunos, asegura que requerirían grandes inversiones o no se encuentran en una ubicación comercialmente viable.
El futuro podría estar en otras comarcas como Los Monegros o el Somontano, desde donde ha recibido el interés de varios alcaldes. Sin embargo, el principal obstáculo en estos momentos es la falta de vivienda de alquiler en esos pueblos. Pese a todo, no cierra la puerta y se mantiene en contacto permanente con los responsables municipales, a la espera de una oportunidad: "No se descarta nada de que a lo mejor en dos semanas cambie".
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