Almeida se escapa al Pirineo Aragonés con su mujer: la imagen que ha desvelado su refugio en Benasque

Lejos del ruido de la capital y del ritmo institucional, José Luis Martínez-Almeida ha vuelto a hacer lo que más le gusta cuando puede: refugiarse en la montaña. El alcalde de Madrid ha elegido Benasque, en pleno Pirineo Aragonés, para disfrutar de una escapada de ocio junto a su mujer, Teresa Urquijo, una visita que él mismo ha dejado al descubierto en redes sociales.  

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Del asfalto a la montaña  

El regidor madrileño no oculta su predilección por la montaña. Siempre que su agenda se lo permite, Martínez-Almeida aprovecha para alejarse de la gran urbe y recargar energías en plena naturaleza. Esta vez ha elegido Benasque, uno de los destinos más emblemáticos del Pirineo aragonés. 

La escapada se ha conocido gracias a una publicación del propio alcalde en redes sociales. En la imagen se le puede ver junto a su mujer durante una ruta de senderismo por la zona de Llanos del Hospital, acompañada de un mensaje revelador: “La mejor desconexión del año”.

Una imagen que confirma la escapada  

La fotografía, compartida en Instagram, muestra a la pareja disfrutando del entorno natural, lejos de actos oficiales o agenda institucional. Una escena que ha despertado interés y que confirma, una vez más, la estrecha relación del alcalde de Madrid con el Alto Aragón. 

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No es la primera vez que Almeida comparte este tipo de momentos personales vinculados a la montaña, un entorno que considera clave para desconectar del ritmo político y mediático de la capital.

La presencia del alcalde de Madrid en Benasque no ha pasado desapercibida en la localidad. El alcalde del municipio, Manuel Mora, ha confirmado a COPE que tenía conocimiento de la visita y que ha firmado en el Libro de Honor.

Un Pirineo que repite en su agenda personal  

Hace apenas un año, Almeida optó por Ansó como destino de una escapada similar, alojándose en el hotel de lujo de Canfranc. Ahora, Benasque se suma a la lista de lugares elegidos por el alcalde para desconectar. 

Una visita sin agenda oficial, pero que vuelve a situar al Pirineo Aragonés como uno de los grandes refugios naturales para quienes buscan escapar del ritmo frenético de la gran ciudad.