Más de 5.000 personas se movilizan en Jaca para reclamar un futuro digno para la montaña: “El Pirineo no se vende, se defiende”

Veinticinco años después del histórico paro general del Pirineo, miles de personas vuelven a salir a la calle para exigir vivienda, empleo y servicios públicos frente al avance del turismo masivo y los grandes proyectos

PAOLA BANDRÉS

Comienzo de la movilización a la altura de la calle Mayor de Jaca

Paola Bandrés

Jaca - Publicado el

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Más de cinco mil personas participaron este sábado en la movilización por la dignidad de la montaña, celebrada en Jaca. Bajo la pancarta “Pirineo Digno”, reclamaron vivienda, trabajo y servicios públicos para los habitantes de los valles pirenaicos frente a los grandes proyectos turísticos y energéticos. La cita, con eco en toda la España rural, recuperó el espíritu del 25 de octubre de 2000, cuando un paro general histórico hizo frente a grandes proyectos hidráulicos. 

El Pirineo vuelve a ser símbolo de dignidad  

Veinticinco años después de aquel 25-O que marcó la historia del Pirineo, la ciudad de Jaca volvió a convertirse en el epicentro del clamor ciudadano por un modelo de desarrollo sostenible y justo para la montaña.

La manifestación, abierta por la pancarta “Pirineo Digno”, reunió a colectivos de distintos valles —Salvemos Canal Roya, SOS Ribagorza, Vivienda Digna Benasque o la Asociación Río Aragón, entre otros— que coincidieron en un mismo mensaje: la montaña debe ser un lugar para vivir, no solo para visitar.

Los organizadores insistieron en que la movilización trasciende lo local: “No es solo por el Pirineo, sino por todas las montañas de España que sufren los mismos problemas de vivienda, empleo y abandono institucional”.

PAOLA BANDRÉS

Manifestantes mostraron su rechazo al Plan Pirineos

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Contrarios al recrecimiento de Yesa

PAOLA BANDRÉS

Desde la Comarca del Sobrarbe acudieron numerosos vecinos

Críticas a los macroproyectos turísticos y energéticos  

Durante la marcha se escucharon críticas a varios proyectos que, según los manifestantes, amenazan el equilibrio del territorio. Entre ellos, el telecabina Benasque-Cerler, actualmente paralizado por decisión judicial tras una denuncia ambiental; el Oroel Park en Jaca, un parque de ocio familiar que ha generado rechazo ciudadano por su impacto en el entorno del Monte Oroel aunque no se va a realizar; y el Plan Pirineos, la gran apuesta autonómica para “dinamizar el turismo”, que los colectivos temen que convierta la montaña en un producto de consumo

Las reivindicaciones se agruparon en cuatro grandes ejes: “El Pirineo no se vende”, vivienda digna, trabajo estable y servicios públicos de calidad. También hubo un mensaje claro contra el recrecimiento del embalse de Yesa y los “proyectos faraónicos” ligados al esquí o el turismo masivo, como la unión Astún-Candanchú o el tobogán de Panticosa.

PAOLA BANDRÉS

La movilización discurrió por el centro de la ciudad

PAOLA BANDRÉS

La lluvia no impidió que miles de personas salieran a la calle

El relevo generacional toma la palabra   

El acto central, celebrado en una abarrotada plaza Biscós, simbolizó el relevo generacional entre quienes impulsaron las luchas del año 2000 y las nuevas voces que hoy defienden la montaña. Los referentes históricos del 25-O —Javier Mur (Santaliestra), Pepe Torralba (Biscarrués), Manel Tomás (l’Ebre), Alfredo Solano (Río Aragón) y José María Santos (Río Ara, Jánovas)— cedieron el testigo a nuevas portavoces, todas mujeres, que articularon las demandas actuales en cuatro bloques: “El Pirineo no se vende”, “Vivienda digna”, “Trabajo digno” y “Servicios públicos”

PAOLA BANDRÉS

Los manifestantes en la plaza Biscós de Jaca

Antes, la generación de 2000 lanzó mensajes firmes. Javier Mur pidió “no rendirse hasta el final” y advirtió que el recrecimiento de Yesa sería “un monumento a la intransigencia”. Pepe Torralba enlazó pasado y presente: “Ayer eran pantanos; hoy son fotovoltaicas, vivienda imposible y la misma lógica extractiva”.

Manel Tomás recordó que “con organización, cualquier proyecto socialmente contestado puede caer”, mientras Alfredo Solano apeló a “amar y cuidar esta tierra”.

José María Santos evocó el Manifiesto por la Dignidad de la Montaña de 1999 y el paro del 25-O de 2000, que frenó tres de cuatro embalses: “Queda Yesa, con alegría y no violencia”, concluyó entre aplausos.

La jornada concluyó con música, palotiau y emoción colectiva, en un ambiente de homenaje y esperanza. Los organizadores destacaron que los retos han cambiado, pero la dignidad sigue siendo la misma: el derecho de quienes viven en la montaña a decidir su futuro sin depender de intereses externos

El lema final resonó en la plaza y en toda la ciudad: “El Pirineo no se vende, se defiende.”