Grhusa refuerza sus recursos humanos y materiales de cara a San Lorenzo
Se contrata a 26 personas más para que ayuden en la limpieza viaria y se colocan 270 contenedores más en la ciudad

Teresa Viu es gerente de Grhusa
Huesca - Publicado el - Actualizado
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La empresa pública de gestión de residuos Grhusa refuerza sus recursos humanos y materiales ante el aumento de actividad durante las fiestas patronales que Huesca celebra del 9 al 16 de agosto en honor a San Lorenzo.
Con dos vías de actividad, Grhusa se centra en la recogida de contenedores y en la limpieza viaria de la ciudad, cuya labor aumenta “descomunalmente” durante San Lorenzo, según ha apuntado su gerente, Teresa Viu, quien ha informado de la necesidad de reforzar los recursos humanos y materiales. Así, se contrata a 26 personas más para que ayuden en la limpieza viaria y se colocan 270 contenedores más en la ciudad para que el ciudadano deposite en ellos los residuos y estos no queden en la vía. En este punto, VIU solicita la colaboración del ciudadano para que haga uso de ellos.
En este mismo sentido, pide la colaboración ciudadana para que se usen los servicios púbicos que se instalan durante San Lorenzo.
La maquinaria también se ve reforzada, de hecho se contrata un servicio externo que aporta maquinara especial para la limpieza de las vías con una barredora más, que se suma a la que se aporta desde Jaca.
Grhusa es una sociedad anónima de capital público creada por el Consorcio Agrupación Nº 1 Huesca para gestionar los Residuos Urbanos en el ámbito territorial de las Comarcas del Alto Gállego, Hoya de Huesca y Jacetania. La recogida de los residuos urbanos consiste en que, de forma periódica, los equipos de recogida pasen por todas las localidades y núcleos de las tres comarcas para vaciar los contenedores en los camiones recolectores-compactadores, los cuales trasportan los residuos hasta el vertedero o hasta las estaciones de transferencia.
En este punto, VIU ha recordado la importancia de seleccionar los residuos, ya que todo lo que va al vertedero se grava con un impuesto, que no se pagaría si dicho residuo se depositase en el contenedor correspondiente. Así, debido a la cantidad de residuos que se depositaron en el vertedero, el consorcio pagó en 2023 un impuesto que ascendió a 1,5 millones de euros. Algo que repercute en la tasa de basuras.