Sevilla volvió a ponerse sus mejores galas y ha echarse a la calle de forma multitudinaria para participar en el Vía Crucis de las Hermandades de Sevilla que, desde 1976, se viene celebrando cada primer lunes de Cuaresma. Éste estuvo presido por el Señor de la Salud, titular cristífero de la Hermanad de los Gitanos, que disfrutó de una tarde noche de esas que la ciudad sabe disfrutar con fe y respeto máximo. Se quitaban así en la corporación de la Madrugá la espinita clavada desde el año 2009, cuando no pudieron salir a la calle para presidir el mismo por culpa de la lluvia.

Unos 500 hermanos con cirio formaron un largo cortejo que precedió a las andas que portaban al Nazareno de los Gitanos, mandadas por el capataz del paso del Señor Juanma Martín, y que puso su Cruz de Guía en la calle en torno a las 16:30 h. de la tarde, tal y como estaba previsto.

Un silencio sobrecogedor acompañó durante todo su recorrido a la devota imagen del Señor de la Salud que estuvo rodeada siempre de una auténtica muchedumbre y que para esta ocasión, lució la túnica bordada en oro sobre terciopelo morado realizada en 2017 por los sucesores de Elena Caro y donada por un grupo de devotos del Señor. Dicha túnica fue estrenada por primera vez procesionalmente en la pasada Madrugá de 2019 y reproduce la pieza decimonónica de autoría anónima, pero atribuida a Rodríguez Ojeda, que se perdió en el incendio provocado en la Iglesia de San Román, en 1936.

El acompañamiento musical corrió a cargo de la Escolanía Salesiana María Auxiliadora junto a la Capilla Musical María Auxiliadora.

La entrada a la Catedral se produjo con media hora de retraso, a las 20:30 h., sobre el horario previsto, donde ya se daban cita gran cantidad de personas para participar del rezo de este Vía Crucis.

Especialmente entrañable fue la llegada del Señor al Convento de Santa Ángela de la Cruz donde recibió el canto de la monjas, en el día que se celebraba, además, el 48 aniversario de la muerte de Santa Ángela.

El 'Dios de la piel morena' recuperó para el Vía Crucis de las Hermandades de Sevilla esa 'bulla' que parecía haberse perdido en los últimos años y demostró que no necesita, para ello, ni las marchas enlazadas en la Campana; ni esa voz de arena de Juanma, su capataz, que cada Madrugá anima sin descanso a los hombres de abajo; ni un paso para ser entronizazo como el Señor de los calé que es. Ayer Sevilla y Ntro. Padre Jesús de la Salud arrancaron esa espina que llevaban clavada en el corazón desde 2009... y de qué manera.