Cuando todos los caminos te llevan a Roma: “Tenía que despedirme”

Parecía un viaje cualquiera pero no lo era. Hacía un par de semanas que Aurora había programado viajar a Italia, concretamente a Florencia, para encontrar las prendas más genuinas y acordes a lo que suele vender en su establecimiento de moda en el barrio de El Porvenir de Sevilla. “Este viaje realmente se debería haber realizado la semana anterior, pero Dios tenía reservado este regalo para mí”.

Cuando se entera de que el Santo Padre había fallecido Aurora ya tenía cerrado su viaje profesional con salida el jueves desde Sevilla y destino Florencia. “Desde que lo supe sentí que estando tan cerca tenía que buscar la manera de ir a despedirme”. El viernes era la última jornada de la capilla ardiente con los restos mortales del Papa Francisco, que estarían expuestos hasta las 7 de la tarde en la Basílica De San Pedro. 

Desde la cola, esperando pacientemente su turno, Aurora atiende a la llamada de Herrera en Cope Sevilla después de haberse pegado un buen madrugón. “La vida me ha traído hasta aquí, esto no estaba planeado, acabo de conocer aquí al sacerdote que ejerce de portavoz del vaticano en Estados Unidos" relata Aurora entusiasmada que ve en cada historia que le ha ocurrido en este día como toda una experiencia de fe. Nos habla de este sacerdote neoyorkino y su afán por aprender español para poder confesar a su comunidad de fieles, en su mayoría  migrantes de habla hispana.   

El periplo hasta llegar a Roma no ha sido una experiencia menor para ella. "En poco más de una hora me he plantado en Roma para agradecerle al Papa Francisco todo lo que ha hecho y para despedirme y mostrar mi respeto y lealtad hacia él" destaca Aurora que reconoce que no estuvo de acuerdo con algunos de los posicionamientos de su pontificado. 

Pero aún así cuenta orgullosa que cogió un tren desde Florencia muy temprano y que en ese trayecto la han acompañado varios desconocidos que también tenían como objetivo despedirse del Sumo Pontífice. "Han sido muchas las personas que he conocido en este camino, a varias monjas que iban en el mismo tren hacia Roma y a unas peruanas con las que he compartido experiencias de fe".

"Dios me ha obsequiado con este regalo, venía a Florencia a buscar algo diferente y artesanal para mi tienda de moda y el resultado ha sido este viaje inesperado" afirma esta sevillana que asegura estar disfrutando de esa experiencia de esa masa humana que ocupa la plaza, de la que manda fotos y vídeos.  

A posteriori relata que ha sido una emoción que le ha dejado sin palabras, una sensación enorme haberse podido despedir, se siente una privilegiada y que "feliz y emocionada" vuelve a Florencia y luego a Sevilla habiendo vivido una experiencia única que nunca olvidará.