La Policía Nacional han desarticulado una organización criminal dedicada al tráfico de heroína y cocaína, y han detenido a sus 20 miembros afincados en Dos Hermanas. Para ello, ha sido necesario efectuar un total de cuatro registros domiciliarios en los que se ha intervenido, junto a la droga, casi 8.000 euros en efectivo.

Con extremas medidas de seguridad para no ser descubiertos, los agentes alternaban los puntos de venta entre diferentes viviendas, así como también hacían con los pisos donde guardaban la droga. Algo complicado teniendo en cuenta que todas estas viviendas estaban blindadas con puertas de seguridad, barras y crucetas interiores para dificultar las aperturas de las mismas; además de un sistema electrónico a través de un mando distancia para que la persona vigilante en la zona pudiera dar el aviso de la llegada de la Policía, saltando un sistema de alarma en el interior de la narcovivienda.

Esta operación policial denominada “Marbella” se ha realizado en dos fases, la primera el pasado 4 de junio, donde fueron detenidas 19 personas de entre 20 y 59 años de edad, que ya pasaron a disposición de la Autoridad Judicial decretándose prisión para uno de los principales miembros del grupo criminal.

La segunda y última fase se da por concluida en la mañana del 9 de julio con la detención del líder de la organización, que pasará a disposición de la Autoridad Judicial a lo largo del día, proviocando que la banda quede desarticulada por completo.

La Policia acaba así una operación que deja como detenidos a los 20 miembros de la banda, a los que se les imputan los delitos contra la salud pública y pertenencia a un grupo criminal.

INICIOS DEL CASO "MARBELLA"

Tras recibir varias informaciones de vecinos de la zona, los investigadores comenzaron a observar que en la barriada de La Costa del Sol de Dos Hermanda, Sevilla, exístia mucho trasiego tanto de personas como vehículos que pudieran estar relacionados con el tráfico de estupefacientes.

Estas gestiones recientes, unidas a los estudios llevados a cabo con anterioridad en dicha zona, permitieron centrar la localización en un domicilio, donde al parecer un grupo de individuos atendían en esta vivienda tanto al menudeo, consumidores finales de drogas de diferentes edades y todos de Dos Hermanas, como a un nivel de media escala, a otros traficantes.

Las diferentes vigilancias discretas llevaron a los agentes hasta otro barrio, el de Cerro Blanco, aquí poseían otra vivienda utilizada como guardería de la droga, que a primera hora de la mañana surtía al piso punto de venta y a finales del día recepcionaba el sobrante de la mercancía. Siempre bajo las órdenes del máximo responsable, era el que emitía cuando la droga había que trasladarla, donde y cuando había que recogerla.

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