Este pasado Domingo de Ramos nos dejó en Sevilla momentos de extrema tristeza viendo sus calles completamente vacías, en lo que debía ser uno de los días grandes de la ciudad. Este año, el coronavirus ha querido que sea así.

Pero también, nos dejó momentos de gran emotividad e imborrables para muchas personas, entre ellas María del Carmen, una vecina del barrio de Triana que, tras quince días de lucha en el hospital, regresaba a casa victoriosa tras ganarle la pelea a la infección.

Lo que a buen seguro no esperaba esta trianera era lo que se encontró a su llegada y nada más bajar da la ambulancia. Algo que, estamos convencidos, jamás olvidará.

Nos referimos al especial recibimiento que le brindaron todos sus vecinos que, asomados a los balcones, y con la Salve de la Virgen de la Salud de fondo, la aplaudían a rabiar como lo que es, una auténtica campeona.

Pequeñas e importantes batallas ganadas, dignas de ser contadas, que nos acercan, poco a poco, a la tan ansiada por todos victoria final en esta guerra contra la pandemia del coronavirus.

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