Cáritas lanza un mensaje rotundo en Navidad: "Los derechos y la dignidad no son una cuestión de suerte"

En un tiempo marcado por los sorteos y los anhelos de fortuna, Cáritas Diocesana de Sevilla ha lanzado un contundente reto en su campaña de Navidad: desvincular los derechos y la dignidad de la suerte. El director de la organización, Miguel Ángel Carbajo, ha explicado el propósito de este enfoque: "Queríamos manifestar que los derechos no es una opción de suerte, que los derechos básicos es una cuestión que nos compromete y nos obliga a todos". El objetivo es impulsar una transformación social que garantice la dignidad de cada persona.

Los derechos no es una opción de suerte"

Más allá del asistencialismo

Miguel Ángel Carbajo ha subrayado que el trabajo va mucho más allá de la asistencia básica para cubrir necesidades urgentes. El verdadero pilar de su labor, según ha explicado, es "apostar por las personas desde una dimensión integral". La meta es fomentar la promoción y la autonomía para que las personas "sean protagonistas de su realidad". Por este motivo, la campaña se enfoca en la donación económica, que permite financiar proyectos transformadores que devuelven la dignidad y la capacidad de decisión a las familias.

El rostro de la pobreza en Sevilla

La organización tiene una visión precisa de la situación social gracias a sus 254 realidades parroquiales que pulsan la vida de la diócesis. Según Carbajo, el perfil de la pobreza es claro: "la pobreza en la diócesis de Sevilla tiene rostro de mujer". Además, esta afecta de manera significativa a los jóvenes en situación de precariedad y, de forma especial, a las personas migrantes en situación de irregularidad administrativa. Otro de los colectivos vulnerables son los hombres mayores de 45 años con paro de larga duración que ya han agotado todas sus prestaciones.

La pobreza en la diócesis de Sevilla tiene rostro de mujer"

Una segunda oportunidad para rafael

Para hacer frente a esta realidad, Cáritas ha diseñado iniciativas como su centro diocesano de empleo, que busca incidir en las causas de la pobreza. Un ejemplo de ello es la historia de Rafael, de 52 años, quien ha compartido su testimonio en el programa. Tras el cierre de la empresa familiar, se encontró "parado y sin futuro". Fue en su Cáritas parroquial donde le informaron sobre un programa de búsqueda de empleo y formación que le cambiaría la perspectiva.

Rafael fue seleccionado y realizó una formación en fontanería que, según cuenta, le ha permitido "dotarte de unas habilidades para poder seguir buscando empleo, pero desde otras perspectivas mucho más abiertas". Actualmente, busca activamente un puesto de trabajo y ha realizado prácticas en una casa parroquial, donde ha desarrollado sobre todo tareas de mantenimiento, un perfil muy demandado hoy en día. Su historia es el reflejo del trabajo de la organización para que el futuro de las personas deje de ser una lotería.