Bioalverde y su ‘contrato de compromiso’: la fórmula que transforma vidas más allá del empleo

La empresa de inserción de Cáritas Sevilla, Bioalverde, celebra su décimo aniversario sembrando esperanza y oportunidades laborales para personas en riesgo de exclusión. En el programa 'Herrera en Cope Más Sevilla', su gerente, Fernando Rodríguez, ha explicado las claves de un proyecto que va más allá de los datos de producción ecológica o recogida textil, centrándose en el que consideran su mayor logro: la dignificación de la persona a través del empleo.

Cáritas Diocesana de Sevilla recibió hace 10 años el legado de unos terrenos en Olivar de Quintos (Dos Hermanas), con la petición expresa de su donante de que se destinaran directamente al beneficio de las personas acompañadas por la institución. Para cumplir esta voluntad y dar respuesta al grave problema de desempleo que afectaba a muchas de ellas, Cáritas ideó un proyecto que promoviera la formación y la empleabilidad, alineado además con la llamada del Papa a cuidar la casa común

. Así nació Bioalverde: una iniciativa que combina inclusión social, capacitación y empleo con la agricultura ecológica, ofreciendo a personas en riesgo de exclusión un itinerario completo que abarca acompañamiento, formación y acceso a un trabajo digno.

Una “apuesta valiente” para atender a las personas más vulnerables a través del “elemento más dignificador que existe, que es el empleo”. Así lo ha afirmado Rodríguez, quien ha subrayado que la misión diaria de Bioalverde es demostrar que es posible otra forma de hacer economía, una donde “las personas son lo verdaderamente importante”.

Un modelo de economía alternativo

El gerente de Bioalverde ha defendido un enfoque que combina una metodología empresarial, que genera los recursos y puestos de trabajo, con un proyecto de atención social. “Creemos que pueden ser esa levadura, ese fermento, para que otras entidades y empresas puedan apostar y ver que hay otras formas alternativas de entender la sociedad”, ha explicado Fernando Rodríguez. Su filosofía se basa en no quitarse “la chaqueta de la esperanza y de la vida” al entrar a trabajar, sino mantener los valores cristianos y humanos en el entorno laboral.

El doble contrato

Para personalizar el acompañamiento de cada persona, la entidad se basa en un sistema que Fernando Rodríguez describe como tener “dos contratos”. El primero es el contrato laboral tradicional, que proporciona alta en la Seguridad Social, estabilidad y una nómina. Sin embargo, el segundo es, en sus palabras, “todavía más importante, que es el contrato de compromiso”.

El otro contrato es todavía más importante, que es el contrato de compromiso"

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Este compromiso es un pacto personalizado que establece un itinerario de inserción único para cada individuo. Para hacerlo posible, Bioalverde cuenta con dos figuras clave: el técnico de acompañamiento a la inserción social laboral, que diseña dicho itinerario, y el técnico de acompañamiento a la producción, un referente en el día a día del puesto de trabajo con una “sensibilidad diferente” para entender las distintas realidades personales.

Historias de esperanza

El éxito de este modelo se refleja en historias como la de Kimberly e Ibrahima. Kimberly, llegada de Ecuador y con protección internacional, se encuentra en su tercer año de contrato trabajando en una de las tiendas ModaRe de la entidad. Gracias a esta oportunidad, ha conseguido “mucha estabilidad, sobre todo económica, y coger mayor experiencia”, según ha contado.

Este doble perfil de trabajador y estudiante es un pilar del proyecto. Kimberly compagina su empleo con una FP de Técnica de Gestión de Ventas y Espacios Comerciales y estudios de inglés. “He aprovechado al máximo la oportunidad que me da la empresa”, ha asegurado. Por su parte, Ibrahima, que llegó a España siendo menor, encontró en Bioalverde su primera oportunidad al cumplir la mayoría de edad.

Yo le considero como mi familia, porque me han ayudado en el momento que yo lo necesitaba"

Ibrahima ha destacado que, además de la ayuda económica, el proyecto le ha permitido formarse como persona. “Yo le considero como mi familia, porque me han ayudado en el momento que yo lo necesitaba”, ha confesado emocionado. Actualmente, compagina su vida laboral con sus estudios de un grado medio de instalación de frigoríficos, con el objetivo de seguir creciendo personal y profesionalmente.