Empieza a estudiar un problema de Einstein y, sin darse cuenta, acaba corrigiéndole 120 años después: de la Universidad de Sevilla
José María Martín-Olalla ha sido noticia después de que corrigiese un problema de Einstein que todavía estaba sin resolver
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Albert Einstein no solo es sinónimo de genialidad; es un símbolo del pensamiento moderno, un faro que sigue guiando a la ciencia más de 70 años después de su muerte. Su legado abarca desde la teoría de la relatividad hasta sus trabajos sobre el efecto fotoeléctrico, que le valieron el Nobel. Pero también dejó huella en un campo menos popular pero igual de crucial: la termodinámica.
En este terreno, Einstein también dejó su opinión marcada. De hecho, llegó a afirmar que la segunda ley de la termodinámica era la única teoría física que jamás sería derrocada. Pero hoy, desde la Universidad de Sevilla, un físico español ha publicado un trabajo que, sin proponérselo, corrige al mismísimo Einstein en un viejo debate científico que se remonta a principios del siglo XX.
Einstein cambió la historia de la física en todo el mundo
LA DEDUCCIÓN DE einstein hace ya 120 años
Todo comenzó hace más de 120 años, en uno de los célebres Congresos Solvay, donde las grandes mentes de la física discutían cara a cara. En uno de esos encuentros, Einstein defendía que las leyes clásicas de la termodinámica no bastaban para explicar el comportamiento de la materia cerca del cero absoluto (la temperatura más baja posible, -273,15ºC). Frente a él, el físico alemán Walther Nernst, aseguraba lo contrario: que sí era posible deducir ese comportamiento a partir de las leyes conocidas.
Durante más de un siglo, esta cuestión quedó abierta. Hasta que José María Martín-Olalla, profesor de la Facultad de Física de la Universidad de Sevilla, ha demostrado que Einstein no tenía razón. “Lo que viene a demostrar mi trabajo es que sí, que del conocimiento de las propiedades de la materia a temperatura ambiente podemos inferir las propiedades que después observamos cerca del cero absoluto”, ha señalado el profesor en el programa La Tarde de COPE.
José María Martin Olalla ha sido noticia esta semana
Martín-Olalla no es nuevo en este terreno. Lleva más de 20 años investigando en esta dirección, concretamente sobre el llamado Teorema de Nernst, la base de aquel viejo debate. Como él mismo cuenta con humildad: “No era mi intención quitarle la razón a Einstein, simplemente llevaba tiempo estudiando este problema”.
Su trabajo, que ya ha sido publicado y validado, no solo desmonta la objeción de Einstein, sino que propone una simplificación significativa para la física moderna: reducir el número de leyes fundamentales de la termodinámica. “Hasta ahora hablábamos de tres principios. Yo estoy diciendo que bastan dos: conservación de la energía y aumento de entropía. Eso, en física, es algo deseable: explicar más con menos”, resume Martín-Olalla.
Yo estoy diciendo que bastan dos: conservación de la energía y aumento de entropía. Eso, en física, es algo deseable: explicar más con menos”
Profesor de la Universidad de Sevilla
LA LEY QUE EINSTEIN DECÍA QUE ERA TAN FIRME QUE NO PODÍA SER CUESTIONADA
Para quienes no están familiarizados con la física, el concepto puede sonar abstracto. Pero, como lo explicaba el propio profesor, la entropía está presente en nuestra vida diaria, desde cómo se calienta el agua hasta cómo funciona un coche. “Cuando vemos que un vaso se cae y se rompe, nos parece normal. Lo que no vemos nunca es que los pedazos se junten y formen el vaso otra vez. Esa es la entropía en acción”, explica de forma sencilla.
Einstein consideraba esta ley —la del aumento de entropía— tan firme que no podía ser cuestionada. Y aunque Martín-Olalla no la refuta, sí demuestra que sus consecuencias pueden llegar más lejos de lo que incluso Einstein pensó.
Este hallazgo tiene consecuencias que van más allá de lo anecdótico. Como apunta el profesor sevillano, reabre el debate sobre cómo explicamos la materia y plantea una simplificación real de los fundamentos de la termodinámica, lo que podría tener impacto en futuras generaciones de físicos.
Einstein decía que esta ley era incuestionable
“Esto implica una invitación a reescribir los libros de termodinámica”, afirma Martín-Olalla. “Y esa simplificación, en principio, es buena. Es lo que busca la física: explicar más cosas con menos leyes”.
El logro ha generado admiración, no solo por el contenido del descubrimiento, sino también por su origen: desde Sevilla, con lápiz, papel y mucha perseverancia. “A veces, con muy pocos recursos y mucho trabajo, se hacen cosas impresionantes”, decía Isra Remuiñán. Y es que este tipo de avances recuerdan que, aunque Einstein parezca intocable, la ciencia sigue viva y abierta a revisión, incluso desde un despacho universitario en el sur de España.