El presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), Fernando Rodríguez Villalobos, ha subrayado hoy que “los ayuntamientos tienen que aprovechar sus capacidades para crear modelos de gobernanza de sostenibilidad energética, basados en la eficacia y la calidad, con los que poner en marcha planes y actuaciones. Los ayuntamientos deben ser los motores que aglutinen a los actores principales para el cambio del modelo energético actual al promovido por la Unión Europea, a través del Green Deal”.

En este sentido, y teniendo presente que el cambio climático y la degradación del medio ambiente son una amenaza existencial a la que se enfrentan Europa y el resto del mundo, se considera necesario que la Unión entre a formar parte de una economía moderna, eficiente en el uso de los recursos y competitiva. Algo que permita la desaparición de emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050.

Por ello, Villalobos ha afirmado que “el Pacto Verde Europeo es una hoja de ruta para dotar a la UE de una economía sostenible, y debemos impulsarlo desde la acción local. La realización de este objetivo exigirá que transformemos los retos climáticos y medioambientales en oportunidades en todos los ámbitos políticos y que logremos una transición justa e integradora para todos”.

ANDALUCÍA GREEN DEAL

El presidente ha recordado que la Unión Europea movilizará un billón de euros en una década para impulsar la transición hacia una economía verde y baja en carbono. El recién aprobado fondo de emergencia para el coronavirus, dotado con 750.000 millones de euros tendrá que seguir esa hoja de Ruta por un futuro verde, digital y resistente ante el cambio climático.

Finalmente, ha ahondado en el hecho de que, para alcanzar este objetivo, la FAMP va a poner en marcha un grupo de trabajo que permitirá articular la Iniciativa “Andalucía Green Deal”. Una oportunidad para impulsar la reactivación económica y el desarrollo urbano sostenible, pero que conllevará la actuación en todos los sectores de la economía, invertir en tecnologías respetuosas con el medio ambiente, apoyar a la industria para que innove, desplegar sistemas de transporte público y privado más limpios, más baratos y más sanos, descarbonizar el sector de la energía, garantizar que los edificios sean más eficientes desde el punto de vista energético y colaborar con socios internacionales para mejorar las normas ambientales mundiales. “Todo ello creará empleo, riqueza y una sociedad más sostenible que beneficiará a la ciudadanía, a nuestros pueblos y ciudades”, ha remarcado.