Un bombero desvela las claves para evitar la tragedia silenciosa de la calefacción en invierno: "Hay errores mortales"
Ante la llegada del frío, un bombero con treinta años de experiencia explica cómo identificar los síntomas de intoxicación y qué errores pueden ser mortales

Sevilla - Publicado el
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La reciente tragedia de la localidad malagueña de Torrox, donde una familia ha muerto por una intoxicación de monóxido de carbono debido a un fallo en un aparato, ha vuelto a poner el foco en los peligros de los sistemas de calefacción durante el invierno.
Con la llegada del frío, el uso de braseros, radiadores y estufas se dispara, pero también el riesgo de accidentes. Para entender cómo prevenirlos, hablamos con Manuel Poo, bombero del Ayuntamiento de Sevilla durante más de treinta años, que comparte su experiencia en COPE Andalucía para evitar desenlaces fatales.
¿Cuáles son los síntomas de una intoxicación por monóxido de carbono?
Según el experto, el monóxido de carbono es un gas imperceptible que no se ve ni se huele, lo que lo hace extremadamente peligroso. Los primeros síntomas que deben ponernos en alerta son los mareos y una sensación de aturdimiento. "Lo que viene empieza a marearte", explica Poo.

Calle en Torrox (Málaga) donde han fallecido cuatro personas de una familia tras un posible escape de gas
A esto se suma una dificultad para moverse o levantarse, ya que "al tener menos oxígeno en el cuerpo, el cuerpo responde a la defensiva". Estas son las pistas clave de que algo no va bien con la combustión de una caldera, un calentador de gas o una estufa.
Si notamos esos síntomas, ¿cómo debemos actuar?
La reacción debe ser inmediata. Lo fundamental es ventilar la estancia en la que nos encontremos. Poo recomienda "abrir y ventilar la habitación en la que estemos, a ser posible la casa entera". Si se trata de un aparato de gas, como termos o estufas, se debe revisar si la combustión es correcta.
Sin embargo, según nos ha contado este experto, la prioridad absoluta es renovar el aire para evitar que la concentración de monóxido de carbono siga aumentando y cause daños irreversibles o incluso la muerte.
¿CÓMO PREVENIR UNA INTOXICACIÓN?
El principal error es el aislamiento excesivo. "Debemos evitar tener las habitaciones cerradas a cal y canto", advierte el bombero. Cuando se utiliza cualquier aparato de combustión, ya sea una chimenea de leña, una estufa de gas o un brasero de carbón, es imprescindible garantizar una ventilación mínima. "Hay que tener siempre la habitación ventilada, al menos una parte de la casa", insiste.
Encerrarse en una habitación sin ventilación provoca que el aparato consuma el oxígeno disponible, lo que lleva a una combustión incompleta y a la generación del peligroso monóxido de carbono.
¿Cómo podemos saber si un aparato de calefacción no funciona bien?
Una de las señales más claras para detectar un mal funcionamiento está en el color de la llama. Manuel Poo detalla que una combustión correcta se manifiesta con una llama de color azulado, viva y uniforme.
Por el contrario, si la llama "es más amarillenta, peor es la combustión". Este cambio de color indica que el aparato no está quemando bien el combustible, "lo que puede deberse a un atasco en el aparato o a una falta de aireación". En cualquier caso, es una señal de alarma que no debe ser ignorada.
Cuando encendemos el brasero, una chimenea de leña o un calentador, debemos tener siempre la estancia ventilada
Bombero
¿Cuáles son los errores más comunes que cometemos en casa?
Más allá de la falta de ventilación, existen otros fallos habituales. Uno de los más peligrosos es utilizar los aparatos de calefacción para secar la ropa, poniéndola demasiado cerca o incluso cubriéndolos. Esto "puede prender la ropa bastante rápido", sobre todo si el aparato es de gas o leña.
En los eléctricos, aunque tienen mecanismos de seguridad, el sobrecalentamiento puede provocar un incendio. Otro riesgo clásico es el de las mesas camilla, donde un brasero de carbón o una estufa de gas bajo las faldas puede "provocar un incendio con la ropa camilla".
¿Qué aparatos es mejor evitar y cuáles son más seguros?
Poo desaconseja el uso de sistemas anticuados como los braseros de cisco o carbón, por ser los que más accidentes provocan. Aunque las calderas y estufas modernas incorporan sistemas de seguridad, es vital realizar una revisión anual para garantizar que funcionan correctamente. Como alternativas más seguras, recomienda los calentadores eléctricos, como los radiadores de aceite, o sistemas como las bombas de calor de los aires acondicionados tipo Inverter, que no generan combustión y cuyo consumo es más eficiente.
¿Cómo es la actuación de los bomberos en estos casos?
Cuando reciben un aviso, el tiempo es crucial. Los bomberos intentan contactar con los afectados para que salgan y, si no es posible, fuerzan la entrada "haciendo el menor daño posible". Una vez dentro, equipados con equipos de respiración autónoma, su primera acción es ventilar la vivienda y sacar a las personas al exterior.
Un detector de humo salva muchas vidas
Bombero
A continuación, se les suministra oxígeno, ya que el monóxido de carbono tiene una particularidad peligrosa: se adhiere a los glóbulos rojos con más fuerza que el oxígeno, formando la carboxihemoglobina y dificultando la oxigenación del cuerpo. Por ello, a los afectados se les aplica oxígeno al 100% hasta que sus niveles se estabilizan.
¿hay alguna medida de seguridad extra que sea recomendable?
Manuel Poo concluye con una recomendación fundamental que va más allá de la intoxicación por monóxido y que protege frente a incendios de cualquier tipo: instalar un detector de humo en casa. "Un detector de humo salva muchas vidas", asegura. Se trata de un aparato "que no es caro, es sencillo de instalar y que puede costar entre 15 y 20 euros". Su potente pitido es capaz de despertar a una persona, alertando de la presencia de humo a tiempo para poder escapar y pedir ayuda.



