Una familia vende su casa en Irlanda para mudarse a Málaga y el negocio que monta hace historia en la Costa del Sol ocho años después
Sandra y Warner son los protagonistas de esta historia que ha cambiado muchas vidas

Una familia vende su casa en Irlanda para mudarse a Málaga y el negocio que monta hace historia en la Costa del Sol ocho años después
Madrid - Publicado el
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Cada vez más personas eligen mudarse a España en busca de una vida mejor. La calidad de vida de nuestro país, junto a su oferta gastronómica, sus costas, sus zonas de interior, su clima y la mezcla de grandes ciudades con espacios rurales tranquilos, hacen de España un destino muy atractivo.
Más allá de esto, el país ofrece múltiples servicios públicos, así como una red sólida de servicios sociales, una rica vida cultural y la posibilidad de disfrutar del día a día sin el ritmo frenético que caracteriza a muchas otras naciones europeas.
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Un ejemplo de esto es la familia formada por Sandra y Warner, una pareja irlandesa con dos hijos pequeños, decidieron romper con la rutina que los tenía atrapados en su país natal.
A pesar de tener buenos empleos y una hipoteca asequible de apenas 600 €, los gastos mensuales en guardería superaban los 1.800 €, lo que los hacía sentir que trabajaban solo para cubrir los cuidados de sus hijos mientras ellos estaban fuera todo el día, según recoge el diario 'The Sun'.
El estrés diario, la falta de tiempo en familia y una vida que parecía girar en torno a las facturas los empujaron a tomar una decisión radical: vender su casa y mudarse a España.
De Irlanda a la costa del sol
Eligieron la Costa del Sol como su nuevo hogar. Primero alquilaron una vivienda mientras se adaptaban al entorno y, poco después, decidieron invertir en una propiedad y emprender un negocio inmobiliario propio. Contra todo pronóstico, su apuesta fue un éxito: el negocio comenzó a generar ingresos estables y les permitió recuperar una calidad de vida que creían perdida.
Uno de los principales motivos por los que aseguran que no quieren regresar a Irlanda es la enorme diferencia en el coste de vida, sobre todo en lo relacionado con el cuidado infantil. En España, la guardería para sus hijos les cuesta unos 200 € al mes, una fracción de lo que pagaban en Irlanda.
Además, gracias a las ayudas y becas disponibles para familias trabajadoras, este gasto se mantiene bajo control. Los productos básicos, las actividades de ocio, los servicios médicos y hasta el ocio diario resultan más económicos en comparación con su país de origen.

Marbella, Costa del Sol
la calidad de vida en España
Pero más allá del dinero, lo que verdaderamente los conquistó fue el tiempo. En España han logrado una vida más tranquila, con más momentos en familia y menos horas de trabajo frenético. Ahora disfrutan de paseos por la playa, cenas al aire libre y tardes de juegos con sus hijos sin estar pendientes del reloj. Como dicen ellos, pasaron de "vivir para cobrar" a disfrutar de los días mientras ahorran.
La familia también destaca el entorno social y cultural de España. Sandra y Warner señalan que aquí los niños son bienvenidos en casi todos los espacios, y la vida en la calle —plazas, parques, restaurantes— les ha permitido tener una vida familiar más rica. Además, sus hijos se han adaptado rápidamente, aprenden nuevos idiomas, practican deportes y conviven con niños de diferentes culturas.
Para ellos, no hay vuelta atrás. Aunque Irlanda sigue siendo su país natal, España les ha dado una nueva perspectiva. “Aquí nos sentimos acogidos. España nos ha adoptado”, afirman con una mezcla de gratitud y certeza. Ni un mejor sueldo en Irlanda podría devolverles la calidad de vida que ahora disfrutan.