El SAS deberá indemnizar a una paciente a la que no se detecto una espina clavada en la garganta que le provocó una perforación en el esófago de la que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente. Se trata de una joven que acudió en varias ocasiones a urgencias, la última de ellas sin poder tragar ni mover el cuello. El SAS deberá ahora indemnizarla con 900 euros, una cantidad que desde la Asociación el Defensor del Paciente califican de insuficiente.

Fue en junio de 2017 cuando la paciente acudió por primera vez a las urgencias del hospital Clínico de la capital por haberse clavado una espina de pescado en la garganta. Allí le realizaron una exploración y le dieron el alta al no detectarse nada. Horas después, la paciente sintió como la espina se le clavaba más y aumentaba el dolor, por lo que acudió de nuevo al hospital, en esta ocasión al Regional Carlos Haya.

MAL DIAGNÓSTICO

Damián Vázquez es abogado colaborador de la Asociación El Defensor del Paciente que apunta, “allí de nuevo es atendida y ahí mismo le hacen una segunda exploración y una radiografía y cuando esta esperando el resultado, otro compañero de urgencia le da el alta sin informarle de los resultados de la radiografía, por lo tanto es una alta improcedente sin decirle que sucedía con la espina”, lamenta.

Dos días después, con fiebre y dolor y sin poder ingerir medicamentos, la paciente acudió de nuevo a urgencias. Tras hacerle un TAC, se constató la presencia de una espina atravesada horizontalmente en el esófago, “le detectan una espina, de tres centímetros de largo, contraviniendo todos los diagnósticos anteriores de urgencia, eso motiva una intervención quirúrgica para su extracción y estar ingresada durante diez días”, subraya el abogado.

RECLAMACIÓN

Respondiendo a la reclamación de la Asociación 'El Defensor del Paciente', se recibió un informe del responsable del Servicio de Urgencias del segundo hospital que indicaba que se había revisado los datos y visto la radiografía, considerando que dicha prueba "no fue evaluada de forma correcta, dándose de alta a la enferma sin la correcta valoración de dicha radiografía", subraya.

Según el colectivo, "la administración sanitaria está reconociendo el mal funcionamiento de la misma, y es acogido por el dictamen del SAS", apuntando que con esto y revisando la documental "se aprecia la mala praxis en la asistencia médica recibida por la paciente". El letrado alegó en su reclamación "estos errores médicos y el anormal funcionamiento de la administración sanitaria reiterado".

DAÑOS

El abogado apuntó que existía "relación de causalidad entre el daño físico, moral y psicológico causado a la reclamante, con una deficiente asistencia médica en la atención en los servicios de urgencias", de forma que se habían "obviado los protocolos médicos referentes al diagnóstico de lesiones del esófago, y por lo que el Servicio Andaluz de Salud resulta responsable".