Conducir es una de las actividades más complicadas que realizan los seres humanos. Al volante de un vehículo hay que estar atentos a un sinfín de elementos y variables que hacen de la conducción algo muy complicado y que requiere de toda nuestra atención para no cometer errores que puedan ser fatales, para nosotros, o para el resto de personas que circulen por la vía

Así las cosas los conductores han interiorizado que cada vez que nos topamos con un parón, un atasco o una brusca reducción de la velocidad de los vehículos que nos preceden hay que poner las luces de emergencia para avisar al resto de conductores que hay una situación de peligro que hay que tener en cuentas. Pero atendiendo a la literalidad del código de circulación podríamos ser multados con 80 euros si ponemos las luces de emergencia. El texto dice literalmente: “La intención de inmovilizar el vehículo o de frenar su marcha de modo considerable, aun cuando tales hechos vengan impuestos por las circunstancias del tráfico, deberá advertirse, siempre que sea posible, mediante el empleo reiterado de las luces de frenado o bien moviendo el brazo alternativamente de arriba abajo con movimientos cortos y rápidos”.

Pero, si conducir es una de las actividades más complicadas que puede llevar a cabo el ser humano, no leva a la zaga la interpretación de las normas de circulación que un párrafo más abajo del que citábamos dice “casi” todo lo contrario: “Cuando la inmovilización tenga lugar en una autopista o autovía, o en lugares o circunstancias que disminuyan sensiblemente la visibilidad, se deberá señalizarla presencia del vehículo mediante la utilización de la luz de emergencia, si se dispone de ella, y, en su caso, con las luces de posición”

En cualquier caso, amigo copenauta, conduzca con prudencia y extreme la precaución. Un consejo que no se deja llevar por las ambigüedades de los textos oficiales

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