Tecnología respetuosa para mayores y pacientes crónicos: así funciona MicroChip4Age
Un sistema inteligente desarrollado en la Universidad de Jaén que permite un seguimiento preciso sin cámaras ni micrófonos, respetando rutinas y privacidad

Tecnología respetuosa para mayores y pacientes crónicos: así funciona MicroChip4Age
Jaén - Publicado el
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En la Universidad de Jaén, un equipo de investigadores está trabajando en algo que va mucho más allá de los laboratorios: mejorar la vida de las personas mayores y de quienes conviven a diario con enfermedades crónicas. Desde el grupo de investigación en Avances en Sistemas Inteligentes y Aplicaciones (ASIA), han puesto en marcha el proyecto MicroChip4Age, una iniciativa que apuesta por una tecnología discreta y respetuosa, capaz de cuidar sin molestar y de proteger sin invadir.
El objetivo es claro: desarrollar dispositivos que no solo sean inteligentes, sino también humanos. Y eso significa diseñar herramientas que no interrumpan, que no vigilen, que no obliguen a nadie a cambiar su día a día. A diferencia de otros sistemas de monitoreo, MicroChip4Age se basa en una red de pequeños sensores de presencia y balizas bluetooth repartidas en el entorno, que se comunican con una sencilla pulsera que lleva el usuario. No hacen falta cámaras, micrófonos ni aplicaciones complejas. La persona puede seguir con su rutina habitual mientras el sistema recoge, en tiempo real, información sobre su comportamiento y ubicación. Todo sin exigirle nada, sin invadir su espacio, sin romper su intimidad.
“Nuestros dispositivos están diseñados para cuidar sin ser vistos y para proteger sin interrumpir. Así mejoramos la tranquilidad y la calidad de vida de las personas, sin invadir su intimidad, ni alterar sus rutinas”, explica Macarena Espinilla, catedrática de Ingeniería Informática de la Universidad de Jaén y responsable de este proyecto.

Tecnología respetuosa para mayores y pacientes crónicos: así funciona MicroChip4Age
El sistema incluso es capaz de diferenciar entre quienes viven en un mismo espacio, reconociendo los hábitos de los usuarios habituales frente a las visitas esporádicas de familiares o cuidadores. Esto permite un seguimiento mucho más preciso, especialmente útil en residencias o viviendas compartidas. Y lo más importante: permite a quienes lo usan vivir con más autonomía y seguridad, mientras los profesionales sanitarios y cuidadores reciben información útil para actuar solo cuando realmente hace falta.
Este tipo de tecnología representa un cambio de modelo en la atención a la salud. Uno más eficiente, preventivo y personalizado, donde los problemas pueden detectarse antes de que se agraven. “La eficiencia y personalización de la atención contribuirá a reducir hospitalizaciones y costes sanitarios y sociales, gracias al impulso del monitoreo continuo”, afirma Espinilla.
Lo que hoy está tomando forma es el fruto de más de diez años de investigación aplicada. Una trayectoria que ha incluido pruebas reales en residencias y en hogares de personas con enfermedades como la diabetes, utilizando inicialmente dispositivos comerciales. Ahora, el equipo da un paso más y avanza hacia la fabricación de su propia tecnología, diseñada específicamente para quienes más lo necesitan, estudiando también su protección industrial y su posible salida al mercado.
Detrás de MicroChip4Age hay un equipo humano diverso, formado por especialistas en informática, inteligencia artificial, telecomunicaciones, salud digital y atención a personas vulnerables. Esa combinación de saberes hace posible una mirada integral, donde la tecnología no solo se mide por lo avanzada que sea, sino por su capacidad real de mejorar vidas.
El proyecto forma parte del PERTE CHIP, una iniciativa estratégica del Gobierno de España, financiada con fondos europeos Next Generation EU. En concreto, se desarrolla en la línea dedicada a sistemas inteligentes y embebidos, con una vocación profundamente social. Y es precisamente esta visión, la de una microelectrónica útil, ética y centrada en las personas, la que da sentido a todo el trabajo que hay detrás de MicroChip4Age.
Porque a veces, la mejor tecnología es la que no se nota. La que acompaña sin imponer. La que observa sin juzgar. La que simplemente está ahí, cuidando, para que quienes más lo necesitan puedan vivir con más tranquilidad, más dignidad y más libertad.