La Diputación de Córdoba fue la primera en entregar la documentación, y el pasado mes de julio fue Cádiz, con su diputada provincial, Isabel Moreno, la Administración provincial que hizo llegar un completo dossier relativo a su provincia “con referencias bibliográficas, fichas patrimoniales, libros, folletos, vídeos, material divulgativo y educativo, que ilustran la historia del olivar y su desarrollo en la provincia gaditana, así como los elementos más relevantes que se conservan y sus paisajes característicos”, apunta Pilar Parra.

Esta fase ha permitido la generación de más de 2.000 registros patrimoniales de alto interés, relativos a aspectos arquitectónicos, industriales, de costumbres, creencias tradiciones orales, usos agronómicos, aperos, recetarios, árboles monumentales u olivares singulares, entre otros. “Todos ellos, puestos en el contexto territorial de los paisajes del olivar, han sacado a la luz un conjunto que resulta configurador de un verdadero sistema patrimonial asociado al olivar y que es determinante para la caracterización de los valores de cada paisaje del olivar en Andalucía, así como para aplicar los criterios de UNESCO e identificar las zonas con valores relevantes de carácter universal y excepcional”, comenta Pilar Parra. Para la realización de este inventario de la manera más completa y rápida, la vicepresidente primera de la Diputación de Jaén ha reconocido la colaboración de ayuntamientos, grupos de desarrollo rural, denominaciones de origen, oficinas agrarias o expertos locales.

La candidatura de los Paisajes del Olivar de Andalucía a Patrimonio Mundial está liderada por la Diputación de Jaén y cuenta con el respaldo de las diputaciones de Córdoba, Cádiz, Málaga, Granada y Sevilla, así como con las organizaciones agrarias, las universidades andaluzas y otras entidades privadas como la Fundación Juan Ramón Guillén y la Fundación Savia.

En octubre de 2016 se produjo la inscripción de los Paisajes de Olivar en Andalucía en la Lista Indicativa del Patrimonio Mundial de España, paso previo y obligado donde debe permanecer al menos durante un año antes de su posible inscripción en la lista representativa que mantiene España para los bienes que se proponen como Patrimonio Mundial. Para finales de este año estará concluido el expediente, de tal forma que pueda ser entregado al Ministerio de Cultura a principios de 2018 para que sea la propuesta del Gobierno de España a la UNESCO.