Cambio de hora: cómo dormir mejor y adaptarte sin estrés
Descubre cómo mantener tu energía y ánimo durante la transición al horario de invierno

Cambio de hora: cómo dormir mejor y adaptarte sin estrés
Jaén - Publicado el
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La madrugada de este sábado 25 al domingo 26 de octubre los relojes se retrasarán una hora, y aunque pueda parecer un regalo para quienes aman dormir, la verdad es que nuestro cuerpo no siempre lo recibe tan bien. Ese extra de 60 minutos puede alterar el sueño, el apetito y el estado de ánimo, sobre todo en niños y personas mayores, los más rutinarios y sensibles a los cambios. Adaptarse al cambio de hora no se trata solo de acostarse más temprano o dormir de más, sino de escuchar al cuerpo, mantener hábitos saludables y acompañar al reloj biológico para que el ajuste sea natural y sin sobresaltos.
Para empezar, la clave está en mantener rutinas. Aunque los relojes cambien, nuestro cuerpo funciona con horarios internos que regulan el sueño y la energía. Por eso, intentar acostarse y despertarse a la misma hora de siempre, exponerse a la luz natural por la mañana y mantener las comidas y el ejercicio en horarios regulares ayudan a que el cuerpo acepte la nueva hora de forma más sencilla. Dormir más no siempre significa descansar mejor, así que es importante priorizar la calidad del sueño, evitando siestas largas o cambios bruscos en los horarios.

Cambio de hora: cómo dormir mejor y adaptarte sin estrés
La alimentación también juega un papel fundamental en la adaptación. Comer ligero, mantener la hidratación y evitar cenas pesadas ayuda a que el cuerpo procese la energía de forma equilibrada y no afecte el sueño. A esto se suma la actividad física, que sincroniza el reloj interno y mejora la calidad del descanso; incluso una caminata ligera por la tarde puede marcar la diferencia y preparar al cuerpo para la noche.
Los más rutinarios, como los niños y las personas mayores, pueden notar más el cambio, por eso es importante que los horarios de sueño y actividad sean lo más consistentes posible. La exposición a la luz, la actividad social y pequeñas rutinas diarias facilitan que su reloj biológico no se desajuste y que la transición sea más llevadera.
No hay que desesperarse si los primeros días sentimos cansancio o dificultad para dormir, porque es normal que el cuerpo necesite tiempo para adaptarse. Escuchar nuestras señales, mantener hábitos saludables y aceptar que el cambio es gradual permite que los beneficios de esa hora extra se conviertan en un verdadero descanso. Con rutinas regulares, luz natural y hábitos conscientes, podemos transformar el cambio de hora en una oportunidad para dormir mejor, cuidar nuestra energía y mantener el ánimo estable durante el otoño, haciendo que ese regalo de 60 minutos realmente cuente.



