Caminar en mayúsculas, con Miguel Lechuga. Hoy: Gominolas de colores

Participé en Porcuna con mi esposa en una ruta romántica organizada por la Delegación de Familia y Vida de Jaén. En el desplazamiento por los distintos monumentos de interés turístico-cultural, su explicación turística era enlazada con la vida matrimonial con una sencilla dinámica. En una de estas dinámicas nos entregaron una bolsita de caramelos, tenía cinco gominolas pequeñas de colores y un caramelo de menta más grande. La ocasión era propicia para comparar este detalle con la vida matrimonial. Y es que cuando aparecen los días grises en la convivencia conyugal quizás sean como el caramelo de menta que destaca sobre las pequeñas gominolas, nos duelen y destacan tanto que olvidamos los días claros y felices, hasta puede que nos cuestionemos el habernos casado. Pero no, lo normal es que en nuestro matrimonio prevalezcan, con mucha diferencia, los días de colores, esos son los que no podemos olvidar ni dejar de saborear, porque así aparecerán menos días grises y cuando lo hagan serán más fáciles de gestionar.

Miguel Lechuga Viedma