El mildiu golpea al Condado de Huelva: pérdidas de hasta un 90% en algunas zonas
El presidente del Consejo Regulador advierte de que la viña es “un tesoro que no podemos dejar desaparecer” y pide medidas urgentes a las administraciones

Entrevista Vicente Pérez, presidente del Consejo Regulador del Condado de Huelva
Huelva - Publicado el
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Las últimas lluvias abundantes registradas en marzo, unidas a las posteriores olas de calor, han dejado una consecuencia preocupante para la vid en el Condado de Huelva: un fuerte ataque de mildiu, un hongo que prospera con la humedad y que puede arruinar la cosecha. Vicente Pérez, presidente del Consejo Regulador del Condado de Huelva, explica que la vendimia acaba de comenzar, pero que el sector encara el trabajo con un panorama incierto.
Pérez señala que la primavera ha sido “muy lluviosa” y que, solo en abril, contabilizaron más de 24 días de precipitaciones. Esa humedad, subraya, favoreció la aparición del mildiu, que ahora ya no está presente, pero ha dejado secuelas graves en la producción. La vendimia arranca con variedades como la moscatel de Alejandría, cuyo estado de madurez se ha seguido de cerca durante más de un mes. La calidad es buena, asegura, pero “los kilos son muchísimo menos de lo esperado”.
Según sus estimaciones, las pérdidas medias rondan el 60%, aunque hay zonas con daños del 80% o incluso del 90%, y otras que apenas sufren entre un 15% y un 20%. Las variedades blancas, en especial la salema —uva emblemática de la denominación de origen—, son las más afectadas. En cambio, las tintas como syrah o cabernet han resistido mejor. También influye la ubicación: pagos más bajos y húmedos presentan mayores daños.
El Consejo Regulador ha entregado a la Junta de Andalucía y al Ministerio de Agricultura un informe detallado con las declaraciones de daños agricultor por agricultor. Pérez espera que las administraciones reaccionen, ya que la viña del Condado, con menos de 2.000 hectáreas, es un cultivo que “si no se cuida y se hace atractivo, va a desaparecer”. Además de su valor económico, destaca su importancia medioambiental: en estos viñedos de secano vive abundante fauna silvestre y se mantienen prácticas agrícolas tradicionales.
El mildiu, advierte, es difícil de prevenir porque depende de las condiciones meteorológicas. Sin embargo, detectarlo a tiempo permite frenar su expansión. Por eso, el Consejo Regulador prepara para la próxima campaña un curioso incentivo: un premio al primer agricultor que avise de un foco. “Puede parecer un dudoso honor —bromea—, pero servirá para proteger a toda la comarca”.
Pérez asegura que los viticultores con experiencia reconocen el hongo rápidamente, incluso en sus primeras fases, cuando solo aparece una pequeña mancha en la hoja. “Muchos tienen tanto cariño a sus vides que casi hablan con ellas y se enteran enseguida de que algo no va bien”, comenta. Mientras tanto, el sector espera que la ayuda institucional llegue a tiempo para salvar este patrimonio agrícola y cultural del Condado de Huelva.