Una versión especial de "El amor brujo" para conmemorar su centenario en Granada, donde se gestó su versión definitiva
Esperanza Fernández, al cante, y María Esther Guzmán, a la guitarra, fueron las listas del concierto de la OCG bajo la batuta certera de Carlos Alviach

Esperanza Fernández con la Orquesta Ciudad de Granada
Granada - Publicado el
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El éxito de un espectáculo puede estar, en gran medida, determinado por la respuesta del público. Si partimos de esta premisa, el concierto organizado por el Festival de la Guitarra de Granada–Antonio Marín, para conmemorar el centenario de la versión definitiva de El amor brujo de Manuel de Falla, puede calificarse como un éxito rotundo.
Un discípulo de Falla
El programa comenzó con una bellísima página de la literatura musical española, aún no suficientemente conocida, la suite del ballet La madrugada del panadero de Ernesto Halffter, discípulo de Manuel de Falla. En esta obra, el neoclasicismo se entremezcla con guiños a las vanguardias, pero con un discurso musical accesible y capaz de llegar con facilidad al público. Ya en estos primeros compases pudo percibirse que la Orquesta Ciudad de Granada estaba en buena forma, con sus profesores entregados a la propuesta bajo la dirección precisa de Álvaro Albiach, quien condujo con gran soltura toda la velada celebrada en el Auditorio Manuel de Falla.
La maestría de María Esther Guzmán
María Esther Guzmán fue la protagonista de la siguiente obra: Fantasía para un gentil hombre, de Joaquín Rodrigo, una creación encargada por Andrés Segovia y una de las obras más representativas del repertorio concertante para guitarra. La orquesta y la solista se conjugaron armoniosamente bajo la dirección de Albiach, con una intérprete que casi podemos considerar granadina, por el elevado número de jornadas que pasa cada año en la ciudad de la Alhambra, convertida en epicentro de sus masterclass. Algunos de sus alumnos asistían entusiasmados a su actuación. No es necesario descubrir ahora a María Esther Guzmán como una de las grandes guitarristas de la historia.
Un Amor Brujo especial con Esperanza Fernández
Tras el descanso, llegó el momento de la conmemoración de la efeméride, y se hizo de una forma muy especial. El amor brujo nació en 1915, pero su versión definitiva no se gestó hasta 1925, efeméride que ahora se celebra. Lo que se ofreció fue una interpretación que partía de la partitura y el texto originales, sometidos con maestría a la orquestación final, dando lugar así a una versión absolutamente original. Para ello era imprescindible contar con una cantaora flamenca, y la elegida fue la voz que con más criterio y éxito ha cultivado esta obra del genio de la Antequeruela, en cuyo carmen se gestó precisamente esta versión definitiva: Esperanza Fernández. Además de su extraordinaria voz, logró dramatizar el argumento y embellecer sus intervenciones con un baile conmovedor, especialmente en el expresivo manejo de las manos.
Como se dijo al principio, la respuesta del público fue entusiasta, con prolongadas ovaciones y bravos que reflejaban la satisfacción ante lo presenciado. Así se escribió un nuevo capítulo del festival que Granada dedica a la guitarra, una vez más con el apoyo fervoroso de los espectadores, que llenan cada jornada de esta cita anual convocada por la Fundación Europea de la Guitarra.