Foto: Festival de la Guitarra (Lucía Rivas)

Reunir a cuatro guitarras es una experiencia que ha dado grandes frutos en la historia de la música. Paradigma de ello son las dos míticas formaciones de esta modalidad: Los Romero y Los Ángeles Guitar Quartet. El Festival Internacional de la Guitarra de Granada ha contado en ediciones anteriores con ambos y en la presente el turno ha sido para el Cuarteto de Guitarras de Costa Rica, agrupación que data de 2008 y debía de haber formado parte de la programación de 2020, pero que por las circunstancias sanitarias se pospuso para el presente año. Este cuarteto va escribiendo páginas y está tomando el rumbo adecuado llegar a lo más alto.

El repertorio que ofrecieron nos hizo evadirnos del eurocentrismo, que en ocasiones nos lleva a una visión miope de la música, todavía más en el caso de la conocida como clásica, aunque el repertorio de los costarricenses también abarca otros estilos. Comenzaron su intervención con una partitura de Edmundo Núñez, componente de la cuarteto y compositor, que ya nos mostraba el elevado nivel de los guitarristas. Su título: Alborada.

El Cuarteto de Guitarras de Costa Rica, compuesto por Nicolás Alvarado, Manuel Durán, Julio Monge y Edmundo Núñez, nos ofreció un recorrido por la música de América, creaciones contemporáneas, muchas escritas expresamente para ellos, en ocasiones arreglos, que nos llevaban incluso a ritmos tan populares como el bolero. El uso de la guitarra iba más allá de lo tradicional y, por momentos, la convertían en acertado instrumento de percusión. Cerraron con el tema que da título a su último CD, Noche Caribe de Edín Solís y terminaron así de mostrarnos la riqueza compositiva de su continente.