Homenaje a Miguel Ángel Gómez Martínez en la inauguración del Festival de Granada

La figura inmensa del director de orquesta granadino, Miguel Ángel Gómez Martínez, que falleció de manera inesperada el pasado mes de agosto, recibía en la inauguración del 74 Festival un merecido tributo con la interpretación de la Gran Misa Católica de Bach. El artista ha sido uno de los mejores directores de la historia, participó, con éxito, en numerosas ediciones del ciclo granadino y siempre presumió de su ciudad de origen, donde inició su formación musical. Por eso, dedicarle el concierto inaugural fue todo un acierto.

un concierto de calidad

Programar el espectáculo inaugural de un Festival de las características del de Granada, no es sencillo. En esto sucede como con el fútbol, donde cada aficionado lleva un entrenador dentro. Lo que no se puede poner en duda es que el concierto fue de calidad y que el público terminó entusiasmado con una de las mejores partituras de la historia.

Cuando el Festival apostó por La Cetra, agrupación artística residente de Suiza, con su orquesta y coros, bajo la batuta de Andrea Marcon, lo estaba haciendo por una versión de las llamadas históricas, es decir con instrumentos que se asemejan a los de la época en la que Bach concibió la obra y con unas técnicas de interpretación propias de ese momento. No es una tarea sencilla, pero la formación y la batuta elegida, suponen una auténtica garantía. Acaso en la trompa se pudo pedir un mayor rigor, pero probablemente las dificultades de la temperatura y el realizar el concierto a aire libre, fueron una dificultad más a superar, puesto que parece indudable la calidad del intérprete.

Los músicos de La Cetra son auténticos expertos y lo demostraron. El sonido nos transporta a la realidad del barroco. Hay quienes apuestan por este tipo de experiencias y quienes no opinan lo mismo. Considero que ambas posturas son válidas. Si hubiera de destacar algo, sería la intervención de los oboes y el percusionista, aunque también merece una mención especial el capítulo vocal.

el coro y los solistas vocales fueron protagonistas

La formación coral de La Cetra tiene como título Vokalensemble Basel y es de una categoría extraordinaria. La Gran Misa Católica de Bach precisa a veces incluso dividirse en cinco voces y Marcon invitó a los solistas a sumarse a la masa coral cuando no intervenían con su función. Estos solistas ocuparon un lugar ante la orquesta cuando ejercía como tales y luego se integraban junto a la masa coral. El director entendía perfectamente la obra y todos los intérpretes parecían seguir con atención sus indicaciones.

Fueron cinco los solistas que intervinieron. El caso que más llamó la atención fue el Carlos Mena. Se trata de un contratenor, que desde hace varios años dirige la Academia Barroca del Festival de Granada. Los contratenores, ocupan un papel similar al de los antiguos castrati, aunque ahora, mediante la aplicación de unos técnicas específicas. La afinación fue la nota predominante, como ocurrió con el resto de sus compañeros de reparto.

En suma, un concierto importante, complejo en tanto por su duración sin descanso, que requiere una especial atención, pero tratándose de música de Bach, este tipo de dificultades son superables, máxime cuando la temperatura no fue de un calor sofocante.

Entre las autoridades asistentes al concierto estaban el Ministro de Cultural, Ernest Urtasun, la alcaldesa, Marifrán Carazo, y la consejera de Cultura ,Patricia del Pozo.