"Duermevela": Agustín Barajas convoca a Lorca en la I Bienal de Flamenco de Granada
El espectáculo se ha estrenado en el Colegio Mayor Santa Cruz la Real

Agustín Barajas en la Bienal de Flamenco de Granada
Granada - Publicado el - Actualizado
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El pasado jueves, 17 de septiembre, la I Bienal de Flamenco de Granada acogió en el Colegio Mayor Santa Cruz la Real el estreno de Duermevela, el último espectáculo de Agustín Barajas. Una propuesta arriesgada y lírica en la que el surrealismo se une al flamenco para dar vida a un Lorca que parece regresar desde sus propios versos.
La función comenzó con un compás marcado a ritmo de metrónomo, evocando el canto de los grillos y las noches de verano en la vega granadina. Con ese compás como base fueron entrando los artistas Marcos Palometas, Sergio “El Colorao”, Marta “La Niña”, Aroa Palomo, Miguel Cheyenne y Erik Sánchez. Barajas apareció en escena ataviado con un hábito verde de nazareno que dejaba ver su rostro, y su inconfundible parecido con Federico García Lorca reforzó la sensación de estar ante la reencarnación del poeta. La propuesta avanzó entre percusión corporal que desembocó en zambra gitana, silencios tensos combinados con versos.
Duermevela o la dualidad del ser
El espectáculo se construyó sobre la tensión de las dualidades: luna y sol, sueño y vigilia, vida y muerte, incluso las dualidades que coexisten dentro de cada uno y los diálogos internos que mantienen. El bailaor, atraviesa el espectáculo en búsqueda de la creación de una atmósfera lorquiana haciendo un homenaje al poeta de Fuente Vaqueros, gracias a la potencia de la expresión corporal, muchas veces siendo él mismo su propio acompañamiento en escena.
Colaboración de Miguel Poveda
En mitad del viaje, durante la Duermevela y desde la planta superior del claustro, sonó el poema de Lorca El silencio encarnado por la voz de Miguel Poveda. La participación especial del cantaor dejó ver la complicidad expresiva que existe entre los dos artistas, que colaboran con asiduidad. Su intervención, reforzó la conexión entre el flamenco más clásico y la experimentación poética de la propuesta, algo muy destacado en la obra de Poveda y que se fundió a la perfección en esta representación de Barajas.
Duermevela confirmó a Agustín Barajas como un creador con voz propia, capaz de dialogar con la tradición desde un lenguaje personal a través la danza. De esta manera sucedió otro de los éxitos de esta bienal flamenca granadina.