Fotos: José Velasco

Entre las devociones de Granada, la de Nuestro Padre Jesús del Rescate, tiene un lugar relevante. Cada primer viernes de marzo, se expone a la veneración de los fieles, como también sucedió en esta ocasión. Situado en su capilla, ante un dosel rojo, sobre la primitiva peana que tallara Navas Parejo, aparecía escoltado por los ángeles que sostienen los faroles de su antiguo paso, el Guión de corporación del Lunes Santo y la Bandera de la Orden Trinitaria, a la que tan vinculada se encuentra la Cofradía que rinde culto a esta escultura del Señor, que según algunos estudiosos puede deberse a la gubia de Diego de Mora. Lucía el Rescate, la conocida como túnica persa, atribuida a Juan Manuel Rodríguez Ojeda.

Durante toda la jornada, fue permanente la presencia de granadinos que acudieron a rezar, viviéndose momentos de profunda emoción que culminaron cuando, una vez concluida la veneración, se celebró la Santa Misa.