La delegada de Casco Histórico del Ayuntamiento de Córdoba, María Luisa Gómez Calero (Cs), ha anunciado que este jueves se ha publicado en la plataforma de contratación del Estado el proyecto de restauración del retablo de la calle Lineros, que sale por más de 41.000 euros, con la intención de estar ejecutado antes de finalizar 2022.

En declaraciones a los periodistas, junto a Rosa Lara, de la Gerencia de Urbanismo, Gómez Calero ha explicado que "es un contrato menor, con lo cual el plazo es muy breve, porque finaliza el 25 de agosto", de manera que "la adjudicación es muy rápida" y la idea es tenerlo adjudicado "la siguiente semana", con el fin de empezar en septiembre, con un plazo de ejecución de tres meses.

Ésta es la tercera actuación, porque primero se retiraron los tres lienzos --con el Arcángel San Rafael, San Acisclo y Santa Victoria-- que se han restaurado, y después se eliminó el cableado del entorno del retablo, que se ha soterrado. El retablo inicial es de 1801 y estaba dedicado a la Virgen de Linares.

Por su parte, Lara ha detallado que el proyecto de restauración e histórico lo ha hecho, por encargo, la restauradora especialista Marina Ruiz Gutiérrez, al tiempo que ha precisado que "el altar que hoy se ve no es el de 1801, dado que se reconstruyó en 1925 de la mano de la familia Julio Romero de Torres". Además, "en los albores de la República volvió a haber actos vandálicos y se destruyó bastante", de forma que "lo que hoy llega es una obra de 1937 de Rafael Díaz Peno, quien es el autor de las pinturas y de la restauración", mientras que "a lo largo del siglo XX ya no hay noticias de que sufra actos vandálicos, pero sí se va deteriorando con el tiempo", ha explicado la representante de Urbanismo.

Al respecto, ha destacado que "la siguiente intervención importante fue la que hizo la Diputación, a través de su escuela taller, que en 1997 volvió a restaurar el retablo, y esa es la imagen que nos llega". Así, ha apuntado que "Marina Ruiz recoge muy bien en su estudio que el retablo original era neoclásico, muy austero, y el que nos llega ahora, tras la actuación de Diputación, se barroquiza con un aspecto con más colores, imitando a las piedras barrocas de los mármoles".

En concreto, ha informado de que "está previsto hacer una limpieza y un estudio más en profundidad de los materiales, para ver si hay huellas del pasado, de los anteriores retablos, y a continuación, consolidar toda la parte de la estructura" y "trabajar en la última capa, la decorativa", así como "reponer los faroles, que se han caído a partir del año 2000", puntualizando que "los faroles tampoco son los originales", porque creen que "en 1801 había velas y más adelante serían de aceite, petróleo o gas", entre otros aspectos expuestos. También, han avanzado que la idea es que en la hornacina vuelva a estar una imagen de la Virgen de Linares, con el fin de "poder volver otra vez a la autenticidad que tenía", ha aseverado la concejal.