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La puerta de la Concepción Antigua en la Mezquita-Catedral resplandece tras su restauración

La intervención se ha orientado en primer lugar a la preservación de los materiales existentes y, en segundo lugar, al adecentamiento estético del mismo

La puerta de la Concepción Antigua en la Mezquita-Catedral resplandece tras su restauración

Córdoba

Tiempo de lectura: 4'Actualizado 15:07

La intervención efectuada sobre la puerta de la Concepción Antigua, ubicada en la fachada oriental de la Mezquita-Catedral. Corresponde a la ampliación que ordenó realizar Almanzor y es la cuarta portada desde el ángulo sur, estando abierta hasta 1568 en que se clausuró para construir la capilla del Espíritu Santo.

Es una de las siete puertas que decoran este lienzo, de las cuales 5 fueron recompuestas por el arquitecto Velázquez Bosco en 1908. Todas se encontraban en un lamentable estado de conservación, manteniendo el vano de la puerta, tímpano adovelado, algunos restos de alfiz y parte de la ornamentación de los arcos ciegos y ventanas laterales. Con 13 metros de altura y 11 de ancho, la puerta de la Concepción Antigua muestra un esquema tripartito.


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La zona central se compone de un vano de acceso, con una puerta de madera cubierta con láminas de bronce y adornada por un arco de herradura y doble alfiz. El tímpano se divide en un dintel adovelado, con alternancia de decoración en zigzag, en ladrillo y ataurique. La parte superior del tímpano se cubre con un motivo decorativo estrellado, a modo de celosía, realizado en ladrillo y mortero blanco, bordeado por una estrecha cenefa con una inscripción coránica de la sura XX-XIX, versículo 54, que dice: En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso. Di: “¡Aquellos de mis siervos que fueron inicuos consigo mismos! ¡No desesperéis de la misericordia de Dios! Dios perdona todos los pecados. Él es el Indulgente, el Misericordioso. ¡Bástame Dios!”.


PROYECTO DE RESTAURACIÓN


La Mezquita-Catedral está sometida a continuos procesos de intervenciones de conservación y restauración. Dentro de esta dinámica ordinaria, en el año 2017 se iniciaron los estudios previos para determinar el grado de deterioro que sufría la portada para, posteriormente, redactar el proyecto de restauración. Dichos trabajos se iniciaron en el año 2020, pero a consecuencia del COVID-19 quedaron paralizados, retomándose en diciembre del 2021 y finalizando en noviembre de este año.

La intervención se ha orientado en primer lugar a la preservación de los materiales existentes y, en segundo lugar, al adecentamiento estético del mismo, siguiendo siempre la teoría de mínima intervención directa y máxima atención en los condicionantes extrínsecos de la obra, como principal criterio que debe regir la intervención sobre los Bienes Culturales, objeto de esta propuesta de intervención.


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DETERIORO


La puerta presentaba un avanzado estado de deterioro, poniendo en peligro la conservación de los elementos decorativos de la misma. Los daños más significativos que se detectaban los constituían diversos desprendimientos, pérdidas de material y desplacados, grietas y fisuras, arenización, biodeterioro, carbonataciones, humedad, reposiciones y ennegrecimiento generalizado.


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Una vez definidos dichos daños, se propuso realizar una intervención basada en la conservación de los elementos arquitectónicos y decorativos que la conforman, utilizándose para cada uno de los procesos de restauración, materiales que destacan por sus cualidades de compatibilidad con los materiales originales que constituyen el soporte físico y material de este Bien Cultural, así como la reversibilidad necesaria siempre en cualquier intervención restauradora.


LIMPIEZA Y CONSOLIDACIÓN


La intención global del proyecto fue, limpiar y consolidar el paramento exterior, así como restaurar los elementos escultóricos y decorativos de la portada. De forma general, antes de proceder a la limpieza, y para no comprometer la estabilidad de algunas zonas, se procedió a la preconsolidación puntual de los elementos que presentaban problemas de cohesión importantes, centrándose fundamentalmente en las zonas con peligro de desprendimiento, como desplacados y áreas arenizadas, empleando para ello, inyección o impregnación de consolidante. Según la zona a tratar o la naturaleza de la suciedad, se emplearon diferentes métodos y técnicas, como limpieza manual, mecánica, química o por medio de láser.

La limpieza química se aplicó en áreas con suciedad incrustada por contaminación, presencia de hongos, líquenes, así como de costras negras o sales insolubles. La limpieza mecánica se realizó en la zona correspondiente a la intervención de Velázquez Bosco, en tanto que la limpieza con láser se aplicó sobre el material original existente. Retirada la suciedad y elementos ajenos a la decoración arquitectónica, se procedió a la consolidación estructural de las zonas afectadas.

Para ello, y siguiendo las patologías recogidas en el mapa de daños, se fue priorizando la actuación en aquellas áreas con riesgo de caída, mediante inyecciones de morteros de cal libre de sales y anclaje con varillas de fibra de vidrio. El criterio de actuación en la reintegración volumétrica, ha consistido en significar y contrastar los restos originales. En este aspecto, la reintegración será un medio para ayudar a la comprensión de la totalidad de la obra, y nunca competir con el original. Cuando el revestimiento mural era imperfecto y faltaban porciones aisladas, estas zonas fueron tratadas con arreglo a dos requisitos fundamentales: primero, el respeto a la obra como un testimonio histórico y, segundo, en la medida de lo posible, restituir la unidad estética de la obra, de manera que pueda apreciarse plenamente.

Este tratamiento se llevó a cabo, en dos fases. En primer lugar se procedió al relleno de juntas igualando niveles en zonas faltantes, y en segundo lugar, se aplicó mortero de cal y arena para proteger y unificar la superficie. En esta fase se ha definido tanto el grosor como la tonalidad, una vez limpia la superficie y retirados los añadidos. También se corroboraron los datos reales de espesor existente en los materiales originales para, posteriormente, aplicar el correcto enlucido. En áreas con pérdidas de elementos decorativos originales se procedió a su consolidación y posterior reintegración del volumen dibujando su contorno mediante el uso de grafito. Gracias a la restauración efectuada se ha podido identificar los materiales existentes antes de la reconstrucción de Velázquez Bosco.

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