Tras 95 años de intensa y exitosa vida falleció Rafael Campanero Guzmán, el escudo del Córdoba en sus peores momentos y su eterno presidente de Honor. Este lunes familiares, amigos, aficionados, jugadores, presidentes, periodistas y autoridades locales se dieron cita en la Iglesia de la Compañía para despedirle y rendirle un sentido homenaje. Cuando el féretro fue introducido en la Iglesia por los familiares hubo lágrimas y un silencio solo roto por el himno del Córdoba CF en su versión solemne.

Rafael Campanero era el socio número uno del Córdoba CF y también su kilómetro cero. Nada en los casi 70 años desde el renacimiento del club es ajeno a la presencia de Don Rafael, por mucho que –naturalmente- no mandara en la entidad durante tantos lustros. Su figura siempre ha servido de referencia no solo por sus hitos sino por la cotidianeidad con la que afrontó las enormes crisis que pudieron exterminar el sentimiento blanquiverde. Su inquietud se mantuvo intacta hasta el final, como ha confesado el actual presidente del Córdoba, Javier González Calvo quien, de paso, adelanta que habrá un homenaje oficial por parte del club.

A Don Rafael se le conoció por su cordobesismo activo, pero su amor por su ciudad no le fue a la zaga. Fue político y también presidente de Emacsa, director del Centro Filarmónico Eduardo Lucena. Esa incansable actividad de quien fuera Hijo Predilecto y Medalla de Oro de Córdoba fue elogiada por el Alcalde José María Bellido.

El Campanero presidente devolvió al Córdoba a Primera en 1970 tras tomar el relevo de Morón y avalar las deficitarias arcas del club con sus propios ahorros. El Campanero presidente devolvió al Córdoba a Segunda B en 1985 convenciendo a peloteros como Pepín-que estaba en Primera en el Valladolid- y recuperando el orgullo de ver a muchos cordobeses jugando y jugando bien en un Arcángel repleto; El Campanero presidente devolvió también al Córdoba a Segunda en 2007 manteniendo la calma en los momentos más duros y acertando en las decisiones más duras. Muchas de ellas las más duras de su carrera como gestor. Peloteros y técnicos de todas las épocas no han dudado en elogiar a quien consideran su presidente perpetuo. Hablaron Pepe Escalante, Antonio Valentín, Javi Moreno, Pepe Díaz y Javi Flores.

Amigo fiel hasta el final, quien fuera consejero de Rafael Campanero en el Córdoba y en la vida, Rafael Barroso, contaba tras el sepelio que aunque su cerebro ya estuviera afectado por la edad, en su corazón y su mente siempre seguía habiendo hueco para su Córdoba. Incluso había renovado su abono para la próxima campaña.

José García Román es presidente del Córdoba Patrimonio y cordobesista. Su único pesar es que no pudo ver a Rafael Campanero ocupar el Palco de Vistalegre. La edad y la pandemia lo impidieron.

La prensa cordobesa respetó a Campanero porque Campanero respetó a la prensa cordobesa. Por eso en el funeral no faltaron palabras de cariño y máximo respeto al Presidente de Honor. Recogemos testimonios de Raúl Díaz -quien escribiera un libro sobre su figura-, Paco Merino y Rafa Ávalos.

“Quien solo sabe de fútbol, ni de fútbol sabe”. Don Rafael supo tanto de fútbol como de la propia vida vivida. Y vivida, siempre, confundida con la del equipo que siempre amó. La historia del Córdoba no se entiende sin Rafael Campanero. Y viceversa. Descanse en Paz. Y gracias por todo.

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