Si crees que las catedrales solo las encuentras en las capitales de provincia y en localidades grandes, aquí nos hemos centrado en conocer la más grande de Los Pedroches. Antes de nada, vamos a conocer dónde se encuentra Hinojsa del Duque.

Esta localidad se encuentra en España en el norte de la provincia de Córdoba, en la comunidad autónoma de Andalucía. Cuanta con unos 7.000 habitantes, una extensión de 531,47 km², y una densiddad de 13,15 hab/km². Está a 94 kilómetros de la capital de provincia, Córdoba, y está situada a una altitud de 542 metros.

Una vez llegamos a esta localidad, debemos acercarnos a la Plaza de la Catedral, que es la plaza principal de la villa, y para todos aquellos que la visitan la consideran como una de las plazas más bonitas del Valle de los Pedroches.

La Parroquia de San Juan Bautista conocida como Catedral de la Sierra es unos de los edificios más monumentales del norte de Córdoba, y está considerada como una de las Siete Maravillas de la provincia, al estar considerada Monumento Nacional por Real Decreto de 5 de febrero de 1981.

Es la mejor manifestación del gótico tardío y en él podemos conocer el proceso histórico de la arquitectura religiosa del Valle de los Pedroches, además de reconocer el gran trabajo artesano de la cantería en el Norte de Córdoba. Fue construido en el siglo XVI, y en él encontramos distintos estilos arquitectónicos como su portada plateresca, sus naves de estilo gótico flamígero y su bajo coro románico.

PORTADA PRINCIPAL

La entrada de la Portada del lado de la Epístola, también llamada la Portada de mediodía, es el acceso principal a este templo. La construcción comenzó en el año 1530 por Hernán Ruiz I, el viejo. Esta Portada conforma sin lugar a dudas, uno de los mejores ejemplos del renacimiento del norte de Andalucía.

En ella se pueden apreciar representaciones como la del AgnusDei, Cordero de Dios, como símbolo del sacrificio de Cristo que se inmola en la cruz por la humanidad, y que se repite en la Parroquia de San Juan Bautista, apareciendo en las enjutas de la Puerta de la Epístola en unas tallas de buenísima calidad, dando plasticidad y belleza al animal simbólico, sobre el libro de los Siete Sellos.

La misma está organizada en dos cuerpos con pilastras en el fondo, columnas estriadas y capiteles corintios que sostienen el entablamiento. El primer cuerpo dispone de un arco central de medio punto y rematado por columnas estriadas y separadas por altos pedestales, los que se cree que se hicieron para la colocación de imágenes.

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El segundo cuerpo es muy parecido al primero pero introduce algunos elementos. Se puede ver los dos pedestales como en el primero pero están unidos al cuerpo inicial y no independientes como el anterior. La parte central del segundo cuerpo se aprovecha para colocar una gran cartela de extremo a extremo entre los dos templetes de los flancos, en el que podemos ver la inscripción:

“ESTA OBRA SE COMENÇO AÑO DE 1539 I SE ACABÓ AÑO DE 1571 SIENDO OBRERO CARVAJAL CLÉRIGO”.

El visitante puede observar dos columnas corintias rematadas con otro pedestarl y el frontón curvo, muy típico de la arquitectura de Hernán Ruiz. En este cuerpo podemos ver la imagen de San Juan Bautista, hecha de piedra artificial. En este espacio hubo anteriormente otra imagen, la del Sagrado Corazón de Jesús, que fue destruida en la Guerra Civil.

Como dato a tener en cuenta indicar que los arquitectos de la Portada de la Epístola fueron Hernán Ruíz I “el viejo”, que es maestro mayor de la obra de la Mezquita-Catedral de Córdoba, en una fecha inicial que data del 1539 hasta su fallecimiento en el 1547. A partir de este momento, desde el año 1547 al 1569, fue Hernán Ruiz II, el joven, el que continuó las obras.

Otro de los bellos elementos de la Catedral de la Sierra son las Ventanas de la Sacristía, construidas en el año 1539, de estilo plateresco y atribuidas a Hernán Ruiz I, ventanas donde niños tenantes soportan los escudos de los Zúñiga y Sotomayor, Condes de Belalcázar e impulsores de la construcción de esta parte del templo, aunque el coste de levantar la Catedral de la Sierra, recayó en las gentes del pueblo y el obispado.

Caminando hacie la parte trasera de la Catedrla, concretamente en la Plaza de San Juan, encontramos la Portada de la Umbría. Se cree que es la más antigua ya que se observan parte de los vestigios de la iglesia primitiva de finales del S: XIII. Tiene ciertos elementos arcaizantes de ascendencia románica. Su construcción de forma sobria, es, sencillamente, un vano carpenal rodeado de molduras con dos baquetones, con arranques del arco formando pequeños capitelitos, siguiendo el gusto y estética de finales del siglo XV. Seguimos bordeando la Parroquia de San Juan Bautista y vemos la Portada Sur, situada bajo la Torre y frente al pozo de San Juan.

Al mirar en la parte superior vemos su Torre, que se convierte en un precedente arquitectónico de la Torre de la Mezquita-Catedral de Córdoba y de otras torres cordobesas.

Podemos distinguir un primer cuerpo gótico, diseñada por Hernán Ruiz. Es un cuadrilongo macizo que abre paso a la Portada Sur, con cuatro contrafuertes construidos posteriormente para servir de contrafuerte a ese primer cuerpo.

El segundo cuerpo de la Torre, de Hernán Ruiz también, es de estatura rectangular y da paso al tercer cuerpo que tiene forma de prisma rectangular, de elevada altura, se remata con una balconada superior y baranda de hierro, construido por un gran arquitecto de la época como era Juan de Ochoa. Por último, el cuarto cuerpo de estructura cuadrada y arcos de medio punto, rematado con bolas y cruz de hierro.

Su campanario se construyó por el hinojoseño Pedro Antonio Muñoz en el año 1574 pero un fuerte huracán en el 1799 lo destruye y la reconstrucción y reparación corre a cargo de Andrés Muñoz en el 1801, que hizo las ventanas del campanario más grandes, para que entrara y saliera el aire con más rapidez y facilidad.

Ya en el interior de este templo nos paramos en la Capilla del Baptisterio, ubicada a los pies de la iglesia, concretamente en la parte de la epístola que presenta su costado a la plaza de la Villa. De estilo Plateresco y con una delicada decoración. Como curiosidad, durante un tiempo, la pila bautismal se trasladó a la capilla de la Purísima Concepción, al lado de la Sacristía. La bóveda de esta capilla es de nervios circulares concéntricos que se entrelazan a través de ligamentos.

En esta capilla se centra el mayor programa iconográfico de la iglesia, pues el primer sacramento del cristianismo que se oficia en esta estancia, está en relación directa con el titular de la parroquia, que se erige como portaestandarte de su significado al promoverlo con Cristo.

En la simbología cristiana, el bautismo supone la entrada al mundo de la gracia bajo el auspicio de la Santísima Trinidad, materializada de esta forma en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, tres personas distintas y una sola luz verdadera.

EL CORO

Una vez visitado la Capilla del Baptisterio, si alzamos la vista al techo podemos distinguir las bóvedas del bajo coro. El Coro se ubica a los pies de la iglesia ocupando dos tramos y tres naves, equilibrando los espacios en la misma proporción que la cabecera.

La singularidad del Coro no recae en cuestiones planimétricas, sino en las respuestas arquitectónicas del alzado y la cubierta: se crea un espacio aislado en altura, sin perder el vínculo con el espacio interior de las naves que se proyectan al fondo, además de contar con una perfecta visión del altar mayor.

Son muchos más los elementos arquitectónicos que puedes encontrar en la Catedral más grande de Los Pedroches, pero lo mejor es que vivistes Hinojosa del Duque y sepas que existe una Córdoba Única.