El proceso de organizar lo habitual en cada momento del año de modo que puedan seguir desarrollándose las actividades garantizando las medidas de seguridad sanitaria a las que obliga la cada vez más preocupante situación de la pandemia propone estos días nuevos modos de actuar ante las visitas a los difuntos. Y si el ánimo de cumplir, al menos una vez al año, con la memoria de los que se fueron provoca cada puente de Todos los Santos y los Fieles Difuntos muchedumbres en los cementerios una de las localidades de la Sierra de Cádiz, Alcalá del Valle, lo ha resuelto mediante un sorteo que, dirigido expresamente por el alcalde, determine los turnos en los que han sido ya repartidos los 5.046 vecinos de la localidad.

Rafael Aguilera, el regidor de este municipio, ha organizado la operación de asignación de turnos utilizando, en acto público, dos cajas. En una había papelitos con los nombres de las calles del pueblo tras dividirlas en cuatro zonas. En la otra fueron colocados otros que recogían cuatro horarios diferentes, todos ellos organizados en las jornadas del viernes 30 y el sábado 31 de octubre ya que se ha determinado que el domingo día 1 de noviembre el camposanto permanezca cerrado al púbico. De este modo, cada vecino tiene a su disposición, junto a todos aquellos con los que comparta turno, la mañana del viernes, la tarde del viernes, la mañana del sábado y la tarde del sábado. Todo sea para que no se incumpla la norma de la distancia social.

Además, durante estos días previos a las mencionadas fechas, el cementerio está abierto con un amplio horario "para que la gente pueda venir a preparar los nichos", explica Aguilera quien añade que, de este modo, “las personas que vienen de fuera, que viven en otros sitios, pero tienen aquí sus difuntos, se meterán en uno de los cuatro grupos que se han hecho para poder visitar el cementerio". El plan ideado para Alcalá del Valle prospera y algunos otros municipios se han interesado ya con el fin de conocer los detalles de tan singular modo de organizar las visitas al cementerio.

“Nuestros vecinos se han tomado bien esta organización, saben que lo hacemos por prevención. No tiene sentido que en los entierros se obligue a 10 personas en el interior de las salas de duelo y 15 en exterior y ahora metamos a 2.000 personas en el cementerio. Por lo tanto, para intentar proteger la salud de todos los ciudadanos, el Ayuntamiento ha adoptado medidas más severas que las que impone la Junta de Andalucía. Cumplimos con todo lo que dice esta administración, pero hemos extremado más las medidas como lo venimos haciendo desde el principio del Covid”, añade el regidor alcalareño a quien no se le escapa que el Covid-19 ya ha dado algún disgusto en el pueblo cuando los ancianos de la residencia tuvieron que ser trasladado a La Línea de la Concepción.

Personal del Consistorio serrano ha ido casa por casa repartiendo dos tarjetas de visita paraque cada familia pueda justificar la pertenencia a uno de los cuatro turnos organizados para el día 30 y el día 31. “Si hay cuatro miembros en la unidad familiar, primero van dos y luego otros dos al campo santo. De esta forma, garantizamos que el aforo se cumpla y que la masificación de vecinos en el mismo espacio o franja horaria la evitemos para tener garantizadas las medidas sanitarias”, afirma el alcalde.

La institución municipal movilizará para las visitas al cementerio a tres operarios de mantenimiento para ir limpiando y dos guardias de seguridad, uno a la entrada y otro a la salida, para velar, junto a la Policía Local, por el control. Además, se hará un circuito de entrada y otro de salida para evitar aglomeraciones en los accesos.