Se inflaman las articulaciones, especialmente las pequeñas, y por ello se visibiliza de modo claro en las manos y los pies que, paulatinamente, van deformándose y generando incapacidad funcional. Así es la artritis reumatoide y, salvo que la sufras y por tanto te acuerdes de ello tanto como los fuertes dolores vayan dictándote cotidianamente, quizá no repares en ella hasta que cada 12 de octubre se celebra su día mundial.

Sistémica y autoinmune, o sea que afecta al cuerpo entero y a células sanas por error, la inflamación que constituye esta enfermedad es la de la llamada membrana sinovial, que es el tejido que recubre las articulaciones. Se trata, por tanto, de un engrosamiento por acumulación de líquido que causa tal degradación y deterioro, de modo crónico, que a veces llega a la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos.

PEOR CUANTO MÁS INACTIVOS

Semejante erosión ósea alcanza de suyo a articulaciones más sensibles a la palpitación, calientes e hinchadas, y causa una rigidez que generalmente empeora por las mañanas y después de las situaciones de inactividad prolongada. También puede provocar cansancio, fiebre y pérdida del apetito. Y es común que sea confundida con la artrosis o con dolores propios del envejecimiento.

Si el estado precoz de la artritis reumatoide manifiesta en manos y pies las primeras muestras de la enfermedad, a medida que ésta va avanzando prolonga los síntomas hasta otras articulaciones como las de las muñecas, las rodillas, los tobillos, los codos, la cadera y los hombros. Es común, de otro lado, que los signos de este mal vayan apareciendo en las mismas articulaciones de ambos lados del cuerpo.

23 MILLONES DE AFECTADOS

Se estiman en más de 23 millones las personas afectadas en todo el mundo. De ellas encontramos 400.000 en España. 40 nuevos casos por cada 100.000 habitantes van apareciendo cada año para sufrimiento de esos nuevos pacientes que descubren el rubor, el calor, el dolor, la tumefacción y la impotencia funcional que causa esta enfermedad que cada vez cuenta con un mayor número de afectados.

La inflamación consta de varias fases entre las que se reconoce una primera de activación que implica la vasodilatación capilar y la liberación de sustancias que aumentan el número de células en el lugar de la lesión. Las sustancias liberadas tienen un efecto sobre los receptores del dolor o nocireceptores activándolos para alertar de la lesión. Y, a consecuencia de todo ello, es como se produce la impotencia funcional.

TRATAMIENTO

A menudo los síntomas pueden pasar desapercibidos y ser infravalorados por el entorno del paciente. Y ello es notado para mal por los afectados que, a menudo, pueden mostrar depresión, ansiedad, incluso ira. La importancia de la psicología en el transcurso de esta enfermedad ya comenzó a plantearse hace un siglo aunque no se empezó a estudiar en serio hasta 1950. De ahí que comenzara a clasifocar como uno de los trastornos psicosomáticos más importantes.

Temprano y dirigido con el claro objetivo de eliminar la inflamación. Así dicen los expertos que ha de ser el tratamiento de la artritis reumatoide. Y existen fármacos que controlan este proceso, con antiinflamatorios no esteroides y corticoides, o el sistema inmunológico, con metotrexato, leflumonomida o fármacos biológicos.

Así llegamos a un nuevo Dia Mundial de la Artritis Reumatoide, instituido en el año 1996 por la Arthritis Rheumatism International, organización que nació para educar a las personas sobre las enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas así como para promover una mejor calidad de vida y tratamientos para aquellos que lo padecen.