La Candelaria prepara en la Catedral de Jerez su regreso a Santa Ana el Domingo de Resurrección
La noche del Lunes Santo dejó imágenes preocupantes en torno a la Hermandad de la Paz que, camino de vuelta Fátima, hubo de soportar un fuerte aguacero que especialmente sufrió el palio del Refugio

La Candelaria cuando, recién salida de Santa Ana, aún no se sospechaba la noche que le aguardaba.
Jerez - Publicado el - Actualizado
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La noche del Lunes Santo traía sorpresa. Nada que ver con el cielo de primera hora de la tarde que cubría, por ejemplo, a la Hermandad de la Candelaria cuando recién salida de Santa Ana afrontaba jubilosa cruzar el barrio de La Plata. Y es cierto que esta resultó la única que no durmió en casa. Y menos cierto, realmente, que fuera una sorpresa lo de la noche. De hecho, se esperaba algún chubasco a la medianoche. Así ocurrió, aunque la pinta del cielo adelantara maniobras inesperadas tres o cuatro horas antes.
La Cena viró a tiempo desde Carrera Oficial para buscar San Marcos por la Plaza del Banco. Por delante, Amor y Sacrificio marchó diligente e hizo lo propio girando hacia Corredera y los pagos de Madre de Dios desde la Plaza del Arenal. Por detrás, la Viga no tenía otra que ir, aunque fuera a paso de agua, hacia la Catedral, que al final es su casa en la que nada impidió las bengalas del Reducto a la recogida. Pero el foco quedaba puesto en las tres primeras, que sí alcanzaron Catedral antes de la lluvia, pero no podían ignorar la amenaza de medianoche.
La Sed solo tenía que llegar a San Miguel. Y lo consiguieron con bien. La Paz de Fátima salía sobre las 22:30 y la Candelaria, antes que esta saliera y mientras la Viga completaba su recogida en el Reducto, tenía una primera reunión de junta. A las 21:30 se daban una hora antes de tomar la decisión definitiva. A las 23:20 deciden salir a las 00:15 por un itinerario alternativo más corto. Pero era la hora del chaparrón gordo y, con mucho público buscando refugio en las calles, a las 00:18, ya se decidió dejarlo para el Domingo de Resurrección.
Para entonces comenzaban a conocerse imágenes de como sufría la Hermandad de la Paz, antes de llegar a la parroquia de Fátima, ese aguacero que se cebó especialmente con el paso de palio de la Virgen del Refugio. Noche tremenda tras una tarde plácida y bonita que poco hacía presagiar sin predicciones en la mano la que se avecinaba. Pero ya se sabía lo que la medianoche traería. Ahora ya solo queda evaluar daños, si los hubiera, a los cofrades de la Paz y preparar en la Catedral, y en Santa Ana, el regreso de la Candelaria en plena Pascua.