La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Rota contó con él en la misa de romeros cuando el martes estaban a punto de partir de la Villa hacia Bajo de Guía. La Hermandad de Sanlúcar de Barrameda lo tuvo el miércoles en la suya de San Jorge, antes de abandonar su sede, así como ocupó lugar en la presidencia y llegó con estos otros rocieros hasta el mismo embarque. Y ayer jueves no faltó para presidir, en pleno Doñana, la misa de Marismillas con los romeros de la Hermandad de Jerez de la Frontera y El Puerto de Santa María.

Monseñor José Rico Pavés se empapado de Rocío en la primera Romería de Pentecostés como obispo diocesano, la primera tras tres años. Y solo desde esa experiencia intensa comienza su comentario semanal en esta ocasión exclamando: "¡Benditos romeros que siembran amor a la Madre de Dios a su paso peregrino!". "Semana de emociones" reconoce el pastor, que ha llegado incluso a caminar un tramo agarrado a la barra de peregrinos de la carreta de uno de los simpecados como queda testimonio gráfico.

Escucha aquí sus reflexiones al acercarse este domingo que pone fin al tiempo litúrgico de la Pascua: "Como en el primer Pentecostés, nos reunimos en oración junto a la Virgen María para recibir una nueva efusión del Espíritu Santo; vuelven a resonar con fuerza las palabras improvisadas de San Juan Pablo II pronunciadas, desde el balcón del Santuario de Nuestra Señora del Rocío, el 14 de junio de 1993: "Que todo el mundo sea rociero". "Para vivir Pentecostés hay que hacerse rociero, hay que ser del todo y siempre de María Santísima", indica.

TRES MARAVILLAS DEL ESPÍRITU SANTO

"La Solemnidad de Pentecostés trae maravillas divinas al corazón humano", explica a través de este mensaje en el que constata que "el Señor realiza en el corazón de sus fieles las mismas maravillas que obró en los comienzos de la predicación evangélica". Y el Evangelio del Domingo "nos permite reconocer algunas de esas maravillas" añade resumiéndolas en tres. El abundamiento en ellas completa esta reflexión. Son éstas:

• "La primera se refiere al encuentro renovado con Jesucristo. La promesa de no dejarnos solos Jesús la cumple con el don del Espíritu Santo. La imitación, seguimiento y configuración a Cristo que caracterizan la vida cristiana es siempre ejercicio de docilidad a la acción del Espíritu Santo".
• "Una segunda maravilla tiene que ver con el don de la Paz. El apóstol San Pablo recuerda que la Paz es fruto del Espíritu. El Espíritu pone paz en el corazón y convierte en constructor de Paz a quien le es dócil. La Paz del Espíritu Santo es tranquilidad del órden, sosiego en el progreso, concordia en las relaciones, serenidad en el ánimo. Quien protege la Paz camina en el Espíritu".
• "Otra maravilla es la alegría colmada. El don del Espíritu Santo nos trae la alegría plena, una alegría que hace fuertes en medio del sufrimiento, transmite esperanza a quien desespera, otorga luz a quien vive en tinieblas, aleja miedos, rebosa ante la belleza".

Rico Pavés culmina esta intervención para la programación socioreligiosa de COPE explicando que "en la Solemnidad de Pentecostés, todos nos hacemos rocieros para honrar a la Blanca Paloma, imitar su docilidad al Espíritu Santo, recibir de Ella al Salvador del mundo, sabernos peregrinos en el camino de la vida, experimentar el consuelo del Perdón de Dios, renovar nuestro compromiso misionero y mantener vivo el abrazo maternal de la Virgen María". E insiste: "Benditos romeros que siembran amor a la Madre de Dios a su paso peregrino".

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