Monseñor Ramón Valdivia asume "con ilusión" la Diócesis de Cádiz y Ceuta: "Vengo a entregarme y a escuchar"

Natural de Osuna, Monseñor Don Ramón Valdivia, es desde hace unos días el nuevo pastor de la Diócesis de Cádiz y Ceuta en calidad de administrador apostólico. Durante sus primeras e intensas jornadas, en las que ya ha visitado Cádiz, Ceuta y Medina Sidonia, ha calificado el recibimiento como "extraordinario" y ha agradecido la labor de todos los miembros de la diócesis para facilitar la transición.

Una diócesis rica y llena de matices

Monseñor Valdivia ha explicado en los micrófonos de COPE Cádiz que su nombramiento es una "comisión de servicio", una misión transitoria hasta que la Santa Sede nombre a un nuevo obispo diocesano. A pesar de la temporalidad, asume con plena dedicación el gobierno de una de las demarcaciones más grandes de España, con cerca de 800.000 habitantes. Para esta tarea, cuenta con el apoyo explícito del arzobispo de Sevilla, quien le animó a aceptar la encomienda.

Vengo ilusionado, entusiasmado, dispuesto a conocer muchísimo"

Monseñor Ramón Valdivia

Administrador apostólico de la Diócesis de Cádiz y Ceuta

Lejos de verla como una diócesis compleja, el nuevo administrador apostólico la define como "rica y con tantos matices". Afronta el reto con una actitud positiva y proactiva, tal y como ha expresado: "Vengo ilusionado, entusiasmado, dispuesto a conocer un montón". Su enfoque inicial se basa en una premisa clara que ha guiado su vida pastoral: "Primero voy y después pido", subrayando su intención de escuchar, observar y entregarse por completo a su nueva comunidad.

Esta disposición se refleja en su particular visión sobre las dificultades. "Me gustan los problemas", ha afirmado con rotundidad, argumentando que los retos forman parte de la vida. "Si no hubiera problemas, pues entonces estaríamos ya descansando en el señor", ha añadido, mostrando una mentalidad que acoge los desafíos como oportunidades para crecer y servir.

Los grandes retos: migración, jóvenes y sacerdotes

Uno de los principales focos de su atención será la migración, un fenómeno que considera "uno de los grandes desafíos que tiene toda Europa". Al ser la diócesis puerta de entrada, ha destacado el papel fundamental que juega la Iglesia para ofrecer una acogida y una mirada "más allá de lo que está diciendo la economía o los flujos migratorios de estilo político". En este sentido, tiene previsto visitar próximamente la fundación Tierra de Todos.

Además, ha señalado su propósito de acercarse a los jóvenes para "transmitir un tesoro" y educar la mirada hacia los ancianos, "aquellos que nos lo han dado todo". Igualmente, considera a los sacerdotes un "elemento clave" en su ministerio, ya que sin ellos no podría llegar a todos los rincones de la diócesis, y ha puesto en valor el mundo de la educación para "generar una cultura distinta" frente al "individualismo atroz" de la sociedad actual.

Una vocación pastoral marcada por la gratitud

Monseñor Valdivia ha recordado sus inicios, marcados por la figura de Don Juan del Río en la Universidad de Sevilla, donde floreció de manera consciente su fe. Su trayectoria pastoral le ha llevado por destinos como Roma, el seminario de Sevilla y las parroquias de Mairena del Alcor y San Roque, experiencias que, junto a su labor como obispo auxiliar de Sevilla, han forjado al pastor que es hoy. "Le puedo asegurar que nunca ha pasado por aquí, por mi cabeza", ha confesado sobre su nombramiento, aceptando con obediencia el nuevo destino.

Su llegada coincide con el Adviento, un "tiempo de la esperanza" que vive de forma personal y que desea contagiar. Inspirado en la imagen de la Iglesia como "luz del mundo y sal de la tierra", aspira a que esta dé sabor y guíe a la sociedad. Para este tiempo y su nueva etapa, pide a Dios el don de la fe y, de manera especial, "el don de la paz" para todas las familias de Cádiz y Ceuta.