Hasta cuando no se merece y vale... mucho (0-1)

Golpe encima de la mesa y algo más del Almería en Tenerife (0-1). Victoria por la mínima, cierto es, pero de un extraordinario valor para lo que debe ser el tramo final de la Liga SmartBank en la lucha por el ascenso. Porque el triunfo de los rojiblancos supone, además de colocarse a un punto del liderato (Eibar), meterle ya cuatro puntos al tercero (Valladolid) y siete al cuarto (Tenerife), al que le gana el golaveraje particular entre ambos conjuntos. Un gol de Ramazani, en un penalti cometido a Sadiq, y la portentosa actuación de Fernando, con grandes intervenciones en la portería, permitieron llevarse los tres puntos en juego y dejar a los de Rubi asentado en zona de ascenso directo y saber que, como mínimo, así estará tras la siguiente jornada, cuando reciban en el Estadio de los Juegos Mediterráneos al Girona (quinto).

Es el resumen de lo que supone ganar en el Heliodoro Rodríguez López de cara al futuro. Porque lo vivido durante los 99 minutos jugados ha sido de un gran sufrimiento para los de Rubi. Cierto es que la primera jugada fue rojiblanca, con un remate de Ramazani en el primer minuto, que detuvo Juan Soriano, pero aquí se acabó el poder ofensivo almeriense. Para dejar todo en lo que podía hacer la defensa (con cambio de sistema) y las paradas de Fernando. El murciano fue el héroe y recordó al mejor guardameta de la primera vuelta y dejó atrás su mala actuación, 15 días antes, en Zaragoza. Sus paradas desesperaron a los Enric Gallego, Bermejo o Mario González. Ninguno pudo batirlo rematando desde todos los ángulos y formas posibles,

Eso cuando lograban superar a una zaga que tuvo nuevo sistema. César de la Hoz se convirtió en central por la derecha, junto a Rodrigo Ely y Babic. El cántabro, como suele hacer, fue de lo más destacado una vez más. Como si llevara toda la vida jugando en defensa de tres centrales y sabiendo los movimientos de sus compañeros, tanto en labores defensivas como para sacar el balón desde atrás. La pizarra fue lo que más pudo sorprender de inicio al ver una alineación en la que la única novedad, en cuanto a jugadores, fue la entrada de Eguaras por Arnau Puigmal para reforzar el centro del campo.

Delante, Ramazani y Sadiq. Nada más. Aunque el primero casi estuvo muy cerca de no comenzar la segunda parte, al dolorse en la rodilla tras una mala caída después de una falta en el centro del campo. Era el último minuto de la primera parte y, tras pasar por vestuarios en el descanso, el belga volvió para ser determinante. Para marcar un nuevo penalti (quinto) que le hacían a Sadiq desde que volviera de la Copa de África. No pudieron parar al nigeriano y el europeo adelantaba al Almería cuando menos lo parecía merecer, pero era lo que contaba para el marcador.

Con ventaja, los rojiblancos tuvieron unos minutos que dieron la sensación de dominar el encuentro y poder poner más cerco a la portería de Juan Soriano. Pero fue un espejismo. Porque los de Rubi tuvieron que ir sacando agua como podían hasta el final. Solamente un remate de Sousa, que llevaba un minuto en el campo, pudo dar más ventaja a los almerienses para lo que hubiera sido la sentencia. La que no hizo falta que llegara porque el Tenerife seguía luchando contra un muro llamado Fernando.

Con el pitido final, el Almería demostró que tenían muy claro lo que suponía ganar en Tenerife. Las imágenes de la celebración del triunfo sobre el césped del Heliodoro Rodríguez López eran de un equipo que sabía que había dado un paso muy importante en sus aspiraciones de estar, la próxima temporada, en la Liga Santander. Saber que le sacan ya cuatro puntos al Real Valladolid, al que debe visitar, y siete al Tenerife. En el horizonte más cercano, la visita de un Girona que ha sido el único de los seis primeros, junto al Almería, que han ganado en esta jornada. Los catalanes están a diez de la UDA.