Por las circusntancias que sean en cada uno de los partidos, pero lo cierto es que el Almería no ha sido capaz de ganar los tres últimos encuentros jugados como local en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Todos con un denominador común: en los tres casos los rivales han sido madrileños. Dos puntos de nueve que han descolgado al equipo entrenado por José Gomes de los dos primeros puestos. Posición (2º) a la que se aupó, precisamente, antes de recibir al Alcorcón, después de vencer en Montilivi al Girona de Francisco. Pongamos que hablo de Madrid.

Desde ese instante, los almerienses no han podido hacerse fuertes en el Mediterráneo. Un escenario que, como tras el confinamiento de hace un año, se ha convertido en un escape de puntos. Lo hizo el Alcorcón, logrando un empate sin goles. Lo hizo el Leganés, logrando un empate lleno de polémica por el penalti señalado a su favor en el último segundo. Y lo ha hecho, en la noche del Viernes Santo, un Rayo Vallecano que se ha llevado los tres puntos. Un gol de Bebé (minuto 88) ha sido decisivo.

ESCASO BAGAJE

Entre los tres partidos, un único gol para la UDA. Muy escaso bagaje para un plantel caracterizado por ser muy realizador durante todo el curso. Como demostró, por ejemplo, el pasado martes en Málaga. Cuando anotaron tres dianas y mostraron una contundencia que parecía recuperada, pero que no se ha trasladado a la cita contra los vallecanos. Un partido que debía ser, como en La Rosaleda, para meterle presión a los dos líderes. El Almería jugaba antes (lo harán este fin de semana). Agua.

La cita la afrontaban los almerienses soñando o pensando 'donde el deseo viaja en ascensores'. Para seguir metiendo presión a los de arriba. Como esos 'niños que les da por perseguir'. Queriendo que, más pronto que tarde, 'se crucen los caminos'. Pero pronto se vio que sería una cita bastante complicada.

Sin encontrar respuesta, una vez más, al hecho de medirse a un equipo de la parte más alta de la clasificación. Casi como cuando 'los pájaros visitan al psiquiatra'. De nuevo, con una expulsión que dejó a los rojiblancos en inferioridad. Otra vez sintiéndose 'el fugitivo'. Aunque, también hay que decirlo, fueron los mejores minutos. Por los cambios realizados por el entrenador. Pero sin encontrar la puerta contraria. La que sí encontró Bebé. Dejando un 'agujero' en el alma almeriense.

Viendo que se perdía una nueva oportunidad de reflejar todos los elogios en puntos ante los grandes. No habiendo, en este caso, motivo para la épica. La que sí lograron en Vallecas. Cuando, también en inferioridad, Jorge Cuenca marcó el gol de la victoria Esta vez el madrileño, que entró en la segunda parte para tener participación en su quinto partido en dos semanas, no fue el héroe. Por más que se dejaran 'la vida en sus rincones'.

Con un fallo de Manu Morlanes que provocó la jugada del gol. Cuando el maño, que no podrá estar en La Romareda por ver su quinta amarilla de la temporada, fue el claro ejemplo de que 'las estrellas se olvidaron de salir'. Con la derrota, puede que en el vestuario hubiera un 'funeral' después de que 'la muerte venga a visitarme'.

Por estas tres visitas de equipos madrileños a los que no se le ha podido ganar. Con una derrota final. Alcorcón de Madrid, Leganés de Madrid y Rayo Vallecano de Madrid.