El rumano Ovidiu Hategan ha vuelto a ser designado para dirigir un encuentro de competición europea después de que se suspendiera el encuentro PSG-Istanbul Basaksehir por presunto comportamiento racista del cuarto árbitro Sebastian Coltescu, quien finalmente fue inhabilitado por conducta inapropiada hasta el 30 de junio.

Hategan dirigirá este jueves el partido de ida de los octavos de la Europa League entre el Slavia Praga y el Rangers. No arbitraba ningún partido de los torneos continentales desde aquel 8 de diciembre. Entonces, ante la insistencia del conjunto turco el partido se suspendió y fue reanudado al día siguiente con la dirección del neerlandés Danny Makkelie.

El colegiado rumano 'reapareció' el 18 de febrero en la ida de los dieciseisavos de final de la Europa League como cuarto árbitro del encuentro Braga-Roma que dirigió su compatriota Istvan Kovacs, con el que se cambiará los papeles este jueves en el Eden Arena de Praga, ya que será el que ejerza de cuarto colegiado. Vasile Florin Marinescu y Sebastian Gheorghe serán los jueces de línea y en el VAR estarán los italianos Marco di Bello y Paolo Valeri.

El último encuentro completo europeo que dirigió Hategan se remonta al 1 de diciembre, el Shakhtar Donetsk-Real Madrid en el Olímpico de Kiev (2-0), de la fase de grupos de la Liga de Campeones. Era su sexto partido del curso en la máxima competición continental.

El protagonista de la polémica noche en el Parque de los Príncipes, Sebastian Coltescu, fue inhabilitado este lunes por la Comisión de Control, Ética y Disciplina de la UEFA por conducta inapropiada pero no por racismo, al entender que infringió el artículo 11.1 del Reglamento Disciplinario, así como el 6.1 de las Condiciones Generales para Árbitros (obligación de comportarse de forma adecuada), pero no el artículo 14 del primero relativo a racismo y otras conductas discriminatorias.

Por los mismos motivos la comisión disciplinaria de la UEFA también amonestó al árbitro rumano Octavian Sovre, que actuó como asistente en dicho encuentro, que se interrumpió a los 13 minutos y se reanudó al día siguiente con otro equipo arbitral.

Respecto al camerunés Pierre Webo, entrenador asistente del Basaksehir turco y exjugador de los clubes españoles Osasuna, Leganés y Mallorca, que vio la tarjeta roja en el choque, la comisión disciplinaria le impuso un partido de sanción por conducta antideportiva.

La tarjeta roja a Webo por protestar una decisión arbitral fue el desencadenante de los incidentes, ya que el equipo turco alegó en ese momento que el cuarto árbitro, el rumano Sebastian Coltescu, utilizó un término racista contra el camerunés.

Los jugadores de ambos equipos decidieron abandonar el campo tras unos minutos de discusiones con el árbitro rumano Ovidiu Hatega y el partido fue suspendido a continuación, aunque se completó al día siguiente con un nuevo equipo arbitral.