Cuando escuchamos hablar de cáncer ginecológico automáticamente pensamos en ovarios o útero. Sin embargo engloba a todos aquellos que se originan en los órganos del aparato reproductor femenino. Es el caso además de los tumores de cuello uterino, vagina o vulva.

De todos ellos, el único que se puede prevenir gracias a las vacunas es el cáncer de cuello de útero, si bien se trabaja en nuevos tratamientos como la inmunoterapia o los inhibidores de PARP, "un tipo de proteína principalmente implicada en la reparación de ADN y muerte celular", explica Antonio González, codirector de Oncología Médica de la Clínica Universidad de Navarra.

No obstante los médicos recomiendan controles ginecológicos periódicos, chequeos en casa y acudir al médico tan pronto notemos algún síntoma fuera de lo habitual.

Quizás de tos los tumores ginecológicos, el menos conocido sea el de vulva que presenta alguna peculiaridades que te contamos.

¿Qué es la vulva?

Antes de nada conviene conocer que la vulva se trata de la zona compuesta de las partes genitales femeninas externas que incluye el monte púbico, el clítoris, los labios, la abertura uretral, la abertura vaginal y el perineo.

Precisamente los labios mayores son el sitio más común de este carcinoma. Allí se presentan cerca del 50 % de los casos mientras que en los labios menores los casos descienden a una horquilla de entre el 15 % y el 20 %, según explica el Instituto Nacional del Cáncer.

Lo cierto es que no se trata de un cáncer frecuente. En general representa cerca del 7 % de todos los cánceres ginecológicos de los Estados Unidos, según explica el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Qué lo provoca

Cerca de la mitad de los casos de cáncer de vulva están causados por una infección con ciertos tipos de virus del papiloma humano.

Síntomas

El tipo más común de cáncer de vulva se llama carcinoma de células escamosas. Empieza en las células que revisten la superficie de la vulva por lo que es más habitual que se presente en los labios exteriores, si bien puede darse en cualquier parte de ella.

Se puede dar a cualquier edad, si bien es más frecuente en las mujeres mayores, con una edad media global de 68 años, aunque en los últimos años, la edad de aparición ha disminuido, siendo las etapas precoces detectadas en los grupos etarios entre 45 y 60 años, según informa el Anderson Cancer Center Madrid.

Por eso, es recomendable que al menos una vez al mes chequeemos la zona con un espejo para observar cualquier cambio. Entre los síntomas del cáncer de células escamosas de vulva se encuentran los siguientes:

.- Lesión vulvar que puede producir cambios en la apariencia de la piel de la vulva, como verrugas o irritación parecida al sarpullido.

.- Prurito vulvar o ardor

.- Hemorragia en la vulva que no desaparece

.- Dolor en la zona de la pelvis, sobre todo al orinar o cuando se tienen relaciones sexuales.

.- Cambios en el color de la piel de la vulva, que puede tornarse de un color más rojo o más pálido de lo habitual

.- Llagas, bultos o úlceras en la vulva que no se curan.

.- Olor inusual

Secuelas del cáncer ginecológico

Cada año a más de 45.000 mujeres se las diagnostica en España algún tipo de cáncer ginecológico que no hay que olvidar, deja secuelas.

El tratamiento en la mayoría de los casos pasa por una intervención quirúrgica, y por quimioterapia o radioterapia.

Entre los efectos secundarios está la menopausia prematura con sus problemas satélites como la atrofia o la sequedad vaginal.

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