La tercera novillada y ‘media’ de Fuente Ymbro este año en Las Ventas. Mucha mofa en redes sociales pero los resultados están ahí. Este jueves en la final del certamen de novilladas en Las Ventas volvió a lidiar varios ejemplares de buen juego con la cumbre de ‘Comisario’, uno de los novillos del año en Madrid.

El balance artístico y numérico tuvo como triunfador de la noche y del certamen a José Fernando Molina, que se quedó a las puertas de haber sumado su segunda puerta grande de la temporada en Las Ventas.

El que abrió noche y final fue Calerito, que volvió a dejar muestras de su buen manejo del capote, en un saludo a la verónica con compás y plasticidad. El de Fuente Ymbro tuvo nobleza, pero había que someterle para limar su tendencia a tirar gañafones al final de su embestida. El sevillano se lo sacó a los medios cuando comenzaba a prepararse la tormenta. Tuvieron mando las tandas a derechas, por donde llevó más toreado el novillo. Después se abrieron los cielos, comenzó el diluvio universal y Calerito liquidó a su oponente de una estocada.

Tras el tormentón, volvió a cobrar protagonismo lo que sucedía en el ruedo. Y lo que ocurrió fue que Fuente Ymbro lidió como segundo un notable ejemplar con nobleza, prontitud y profundidad por los dos pitones, si bien por el izquierdo se daba aún con más excelencia. José Fernando Molina se mostró templado, toreando con largura, aunque se le afeó la falta de ajuste en los embroques. Eso en Madrid es pecado capital. Los de pecho, los bordó el albaceteño a la hombrera contraria. Faltó cuajarlo de verdad, aunque la nota media del trasteo superó de sobra el aprobado. Media estocada arriba con mucha muerte tumbó de forma rápida al pupilo de Gallardo. La oreja se concedió tras una petición mayoritaria.

El Niño de las Monjas dejó como tarjeta de presentación en esta final una larga cambiada a portagayola. El valenciano dejó los momentos más interesantes cuando cogió la muleta con la mano derecha, por donde el novillo de desplazó con más franqueza. Aun así, el conjunto ciertas intermitencias. Una estocada caída dejó todo una ovación final.

El cuarto fue un ejemplar medido de raza al que había que llegar mucho con la muleta. Calerito dejó un trasteo correcto pero que llegó poco al tendido.

El quinto, de preciosas hechuras, se arrancó con alegría al caballo antes de moverse con ciertas intermitencias a la muleta de Molina. Esta vez el novillero albaceteño firmó una actuación más deslavazada, en la que destacó un final de cercanías que tuvo su eco en los tendidos donde se encontraban sus partidarios. Mató de una estocada en al que tuvo que volcarse él sobre el morillo. La oreja se pidió con insistencia, pero el palco no asomó el moquero y Molina tuvo que conformarse con una vuelta al ruedo muy aplaudida por unos y censurada por otros.

El Niño de las Monjas enlotó como sexto otro buen novillo de Gallardo. El valenciano fue todo pundonor, pero este utrero requería un poso y un saber tirar de las embestidas que no siempre supo ofrecer. Todo se fue diluyendo hasta que llegó el susto. Tras una estocada suelta el novillo hizo por el novillero y le arrolló de forma espectacular. Todo quedó en eso, en un susto sin consecuencias.

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FICHA DEL FESTEJO

Madrid, jueves 4 de agosto de 2022. Final de las Novilladas Nocturnas. Un tercio de plaza (7.824 espectadores según la empresa).

Novillos de Fuente Ymbro, bien presentados, de juego noble en conjunto. Destacó el encastado y noble tercero, ovacionado en el atrastre. También dieron opciones primero y sexto.

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Juan Pedro García ‘Calerito’, silencio y silencio tras aviso.

José Fernando Molina, oreja y vuelta al ruedo protestada.

Jordi Pérez ‘El Niño de las Monjas’, saludos y silencio.