Expertos advierten de un nuevo problema de salud mental relacionado con la tecnología: ansiedad, dolor muscular y alteraciones del sueño
Europa está empezando a desarrollar normativas para impedir que este problema sea una catástrofe
Un hombre estresado y cansado mientras trabaja en la oficina
Madrid - Publicado el
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El desarrollo de la tecnología ha permitido implementar muchísimas mejoras a nivel laboral en los últimos años en España. Sin embargo, también ha causado una serie de problemas que hay que tener controlados. Destaca la hiperconectividad, por ejemplo, por la que los trabajadores experimentan muchas dificultades a la hora de desconectar de sus obligaciones fuera del horario laboral, la sobrecarga de información, debido al exceso de correos y notificaciones que generan agotamiento o la brecha digital, relacionada con las personas mayores.
No obstante, hay un nuevo problema que interfiere con la salud mental de los trabajadores del que ya se están haciendo eco muchos expertos en este ámbito: el 'tecnoestrés'. Se trata de una forma de estrés psicológico originado por el uso constante y, a menudo, excesivo de las tecnologías y herramientas digitales en el entorno laboral. Con él, los trabajadores -principalmente del sector tecnológico- desarrollan síntomas como ansiedad, agotamiento mental, irritabilidad, e incluso dolores musculares o alteraciones del sueño.
LOS NUEVOS TRABAJADORES 4.0
El experto Javier Colino De León, asesor en la Comisión Nacional de Seguridad y Salud del Instituto Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo (INSST), ha analizado la repercusión de la Inteligencia Artificial en el trabajo dentro del Congreso Nacional de Innovación en Prevención de Riesgos Laborales, celebrado en Logroño. En sus declaraciones, recogidas en EFE, ha reconocido que como la IA se alimenta de los datos que procesan los trabajadores, a éstos "cada vez se les pide más", con lo que los problemas de salud mental no los crean las máquinas sino la forma en la que se trabaja.
Un equipo joven de trabajadores en una oficina
De hecho, a los 'trabajadores 4.0' de las empresas tecnológicas se les pide que sean "hipertrabajadores", según el experto, "pero la realidad es que una persona se equivoca, una persona tiene que parar a ir al baño y una persona tiene que comer". Una afirmación que, pese a que a todos nos parece lógica, por desgracia no siempre se cumple. Cuando en las empresas no se comprende esa diferencia y se presiona a los trabajadores hasta el límite surge ese tecnoestrés.
necesidad de una mayor prevención
Ante esa situación, expertos como Colino de León aseguran que "hay que aportar herramientas en una doble dirección: por un lado para que la persona que trabaja sepa cómo canalizar su tarea y cuáles son sus competencias y cualidades de una forma realista. Y por otro, a quien contrata también hay que decirle cuáles son las condiciones que tiene que poner a disposición de sus trabajadores".
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Quizás de esta forma se consigan reducir los accidentes laborales en un futuro no muy lejano, pero a día de hoy todavía no es así. En ese mismo sentido, la directora en La Rioja de Aspy (servicio dedicado a la prevención de riesgos laborales) Lydia García, considera que "en el siglo XXI hemos avanzado mucho, pero todavía hay que hablar de cultura preventiva en el trabajo".
Además, aunque desde la dirección de las empresas y desde las instituciones se hace hincapié en la cultura preventiva de riesgos laborales, todavía hay muchos trabajadores a los que les cuesta hacerlo, en especial a los que tienen muchos años de experiencia y dicen que ellos llevan toda la vida haciendo las cosas de una determinada manera (por lo que no ven necesario cambiar).
PASOS A SEGUIR DE AHORA EN ADELANTE
En definitiva, a pesar de que el tecnoestrés es una realidad cada vez más documentada, la prevención sigue siendo insuficiente en muchas organizaciones. Falta formación específica para reconocer y gestionar sus síntomas, y pocas empresas cuentan con políticas de desconexión digital o con estrategias activas de salud mental relacionadas con el uso de tecnologías. En muchos casos, la digitalización se impulsa únicamente desde una lógica de eficiencia y rendimiento, sin tener en cuenta su impacto humano.
Una mujer estresada delante del ordenador por trabajar de noche
Por todo ello, prevenir el tecnoestrés requiere un enfoque integral que combine aspectos técnicos, organizativos y humanos. Reconocer el tecnoestrés no como una debilidad individual, sino como un riesgo psicosocial emergente supondría un paso fundamental hacia entornos de trabajo más sostenibles y humanos.