¿Son los códigos QR peligrosos?

Los códigos QR entraron en nuestra vida hace relativamente poco tiempo, como resultado de la pandemia del coronavirus. Se trata de representaciones gráficas de datos digitales, que escaneamos con nuestro móvil. Estos códigos sirven para evitar que toquemos objetos, como el menú de un restaurante o la información sobre un objeto a la venta. Son parecidos a los códigos de barras, que los cajeros escanean con escáneres infrarrojos para que el ordenador de la caja registradora sepa qué productos se están adquiriendo. Sin embargo, el código QR es capaz de almacenar mucha más información que el código de barras.

Los códigos de barras codifican datos alfanuméricos como una serie de líneas blancas y negras de varios anchos. Esos datos son redundantes y el dispositivo tecnológico es capaz de leerlos aunque parte del código se haya manchado o destruido. Por su parte, los códigos QR se han diseñado para que sean escaneados con una cámara, como la de los teléfonos móviles. Tal es su utilización en la actualidad que casi todos los smartphones cuentan con una aplicación específica para la lectura de estos códigos. Normalmente, suelen almacenar enlaces a páginas web, aunque también pueden guardar textos o imágenes.

¿Cómo funciona el código QR?

Al escanear un código QR, el lector que incluye la cámara de nuestro teléfono móvil descifra el código y la información resultante activa una acción en el teléfono. Los códigos QR se componen de varias partes: datos, marcadores de posición, zona silenciosa y logotipos opcionales. Los datos son una serie de puntos que aparecen en una cuadrícula cuadrada. Cada punto representa un 1 y cada espacio en blanco un 0 en código binario. Por otro lado, los marcadores de posición son cuadrados que se sitúan en la esquina superior izquierda, derecha e inferior izquierda. Esto permite que la cámara de cualquier dispositivo inteligente sepa dónde comienza y termina el código.

Al igual que los códigos de barras, los códigos QR están diseñados para que, incluso si el 30 % del código QR se destruye o es difícil de leer, aún se pueden recuperar los datos. De hecho, los logotipos que aparecen muchas veces en el centro no forman parte del código QR; tapan algunos de los datos del código. Sin embargo, debido a la redundancia del código QR, los datos representados por estos puntos que faltan se pueden recuperar mirando los puntos visibles restantes. Pero, centrémonos en lo que le inquieta a mucha gente, ¿Son los QR peligrosos?

Los peligros

Realmente no tienen una naturaleza peligrosa, simplemente son una manera de almacenar datos. No obstante, puede ser utilizado con fines dañinos. La URL del código podría llevarnos a un sitio web en el que seríamos víctimas del phishing, una técnica empleada por los ciberdelincuentes que consiste en enviar un correo electrónico simulando ser una entidad legítima, con el objetivo de que introduzcamos nuestro usuario y contraseña y así poder robarnos información privada. Una URL maligna también puede abrir una aplicación de nuestro dispositivo y realizar alguna acción, con la cual consiga revelar nuestros datos.

Por este motivo, es imprescindible que cuando vayamos a abrir un código QR, nos aseguremos de que la URL a la que nos dirige es segura y proviene de una fuente fiable. Finalmente, hay que mencionar que puede ocurrir que la aplicación que empleamos para escanear el código tenga alguna vulnerabilidad que permita al código QR malicioso apoderarse de nuestro dispositivo. Este ataque tendría éxito simplemente escaneando el código QR, incluso si no pinchamos en el enlace almacenado en él. Para evitar esta amenaza, debemos usar aplicaciones confiables y evitar descargar aplicaciones de códigos QR personalizadas.