Capitanía Marítima de Santa Cruz de Tenerife ha reducido, de dos a media milla náutica desde la costa, la zona de exclusión marítima entre La Bombilla y San Borondón en relación con la erupción volcánica en Cumbre Vieja, en La Palma.

Con esta reducción del área de exclusión, susceptible de más ajustes una vez el Instituto Español de Oceanografía realice una nueva batimetría en la zona, podrá reactivarse la actividad pesquera en este ámbito costero, ya que la nueva delimitación tan solo afecta a la pesca demersal.

Este ha sido uno de los asuntos tratados este miércoles por el comité de dirección del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), que a corto plazo no prevé permitir el regreso de más población a zonas evacuadas por la presencia de altos niveles de gases.

Por tanto, se mantiene la evacuación de Puerto Naos, La Bombilla y El Remo, así como en el límite de la zona del Camino José PonsLa Jurona pegada a la colada sur.

Asimismo, el comité director del Pevolca informó del restablecimiento paulatino de los servicios básicos de electricidad y de agua en las zonas realojadas, en donde se ha suministrado a más de cien viviendas agua con cubas para proceder a la limpieza de las mismas en colaboración con Bomberos y personal del Centro de Coordinación Operativa Insular (CECOPIN).

Mientras, para aquellas zonas en las que se ha constatado la presencia de gases que impiden la vuelta de las personas a sus hogares, el Pevolca tiene previsto reforzar los equipamientos de sistemas de medición en varios niveles.

Por un lado, se establecerán cuatro estaciones de medición fijas, dos en La Bombilla y dos en Puerto Naos, que transmitirán las cuantificaciones de niveles de gases de forma continua al Puesto de Mando Avanzado.

A estas se unirá una quinta que instalará el Instituto Geográfico Nacional (IGN).

Por otro lado, en Las Manchas se instalarán estaciones más pequeñas para poder monitorizar si se produce alguna nueva emanación.

En el caso de La Bombilla, se registran niveles altos de dióxido de carbono (CO2) difuso cuya presencia está afectada por las condiciones de los vientos y las mareas del mar, lo que inhabilita la estancia de manera permanente.

En este núcleo vecinal, además de en Puerto Naos y El Remo, se han realizado en los últimos días demostraciones a la población de mediciones de gases, por parte de la Policía Nacional y la Guardia Civil, para que esta conozca la situación actual.

En lo que respecta al número de personas albergadas en hoteles, se ha reducido en ocho con respecto al último dato disponible y permanecen hospedadas 512.

Cruz Roja estima que alrededor de 160 personas podrían regresar a sus viviendas.

Según el último informe del comité científico del Pevolca, persisten algunos peligros volcánicos inherentes a la fase posteruptiva, "lo que no conlleva necesariamente el final de la reactivación magmática en Cumbre Vieja", aunque se mantiene la ausencia de tremor.

La sismicidad en las últimas jornadas sigue siendo de baja magnitud en todas las profundidades, aunque no se descarta que ocurran terremotos sentidos, y no hay tendencia en las deformaciones.

Respecto a la calidad del aire debido al dióxido de azufre (SO2), se ha mantenido en niveles buenos o razonablemente buenos en todas las estaciones.

En cambio, esta semana se alcanzaron niveles de calidad del aire extremadamente malos por micropartículas en todas las estaciones, debido a la intrusión de masa de aire sahariano de muy alta intensidad entre el 14 y el 17 de enero.

El comité científico expuso también que en los bordes de las coladas en las que se trabaja o en los fragmentos de lava que se está extrayendo se han registrado valores de temperatura que superan los 500 y 300 grados centígrados, respectivamente, aunque no se aprecia incandescencia.

En cuanto a la previsión meteorológica, a partir del final del jueves la llegada de una estructura frontal debilitada incrementará la probabilidad de precipitaciones en La Palma.

La operatividad del aeropuerto queda sujeta a las condiciones puramente meteorológicas, debido a la no presencia de ceniza volcánica en la troposfera.

Durante la reunión del comité director de este miércoles José Alberto Gallego, teniente coronel de la Unidad Militar de Emergencia (UME), tomó la palabra después de que este martes se haya procedido a la desmovilización del cuerpo que dirige.

Gallego agradeció que la dirección de la emergencia haya contado con ellos desde el principio de la erupción, hace hoy cuatro meses, cuando se solicitó su activación veintiséis minutos después del comienzo de la misma. Además, destacó el buen trato de todas las personas implicadas en la emergencia.