Casualmente vas circulando por una carretera llena de coches y en plena tormenta, a uno de los coches que te precede, le caen dos rayos seguidos con un intervealo de décimas de segundo... las posibilidades de que ocurra  son mínimas pero lo cierto es que le ha sucedido a un Toyota. La imagen pone los pelos de punta.

Ha sucedido en la región siberiana de Novosibirsk, en Rusia donde se ha podido grabar el momento a través de una cámara instalada en el salpicadero de un coche.

Pese a lo aparatoso del incidente, no ha habido que lamentar daños personales, aunque algunos testigos han relatado que el impacto rompió alguno de los cristales del vehículo y provocó fallos mecánicos que obligaron al coche a tener que ser remolcado.

Según los expertos, a priori, la caída de un rayo sobre el coche, no debería tener un final dramático ya que acostumbra a rodear la superficie metalizada del coche como si fuera una 'caja de Faraday', que bloquea los  campos magnéticos, – protegiendo así a los ocupantes para finalmente descargarlo sobre el suelo a través de alguna parte sobresaliente del vehículo.

El rayo no debería acceder al interior salvo que las ventanillas estuvieran abiertas y hubiera un flujo de corrientes entre el interior al exterior.

Por eso si una tormenta nos sorprende en plena ruta y no sabemos qué hacer, los expertos  aconsejan parar el coche, apagar el motor y no tocar bajo ningún concepto ninguno de los  elementos mecánicos del vehículo, así como evitar también tratar de sintonizar la radio.