¿Qué significa el nuevo azul que Macron ha introducido en la bandera de Francia?
Pasa del azul cobalto de la UE al azul marino histórico usado anteriormente

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Madrid - Publicado el - Actualizado
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El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha cambiado el color de la bandera francesa, sustituyendo un azul más claro por el azul marino en homenaje a la Revolución francesa.
Este cambio se produjo hace tres años, pero no nos hemos dado cuenta hasta que, finalmente, anunciaron que el tono había sido sustituido por otro más oscuro. Todo empezó cuando un consejero de Macron, llamado Arnaud Jolens, le propuso cambiar el azul de la bandera que aparecía en los discursos de 2018 y extenderse a las banderas del Elíseo y de otros edificios de la presidencia francesa desde julio de 2020.
Macron “escogió para las banderas tricolor que adornan el Palacio del Elíseo el azul marino que evoca el imaginario de los Voluntarios del Año II, de los Poilus de 1914 y de los Compagnons de la Libération de la Francia Libre”, según la presidencia. Además, también es “el azul de la bandera que siempre ha ondeado bajo el Arco del Triunfo cada 11 de noviembre (Día del Armisticio)”, añadió.

Fuente: French History Podcast
Fue en 1976, bajo el mandato de Valéry Giscard d´ Estaing, cuando se introdujo en la bandera de Francia un azul más brillante para que coincidiese con el tono azul utilizado en la bandera de Europa, un gesto de acercamiento a Bruselas. Desde ese año, ese azul se ha mantenido hasta el año 2018, año en el que Macron empezó a cambiar todas las banderas que ondean en los edificios oficiales de Francia. Por el momento, el cambio ha costado alrededor de 5.000 euros, aunque todavía no se ha completado.
EL blanco fue el color nacional de Francia desde el advenimiento de los Borbones al trono del reino hasta la Revolución de 1789. En julio de ese mismo año, apareció una orden del Comité del Común que disponía que todos los ciudadanos armados debían usar por distintivo, en lugar de blanco, los colores de la ciudad de París, que eran el rojo y el azul. Se hizo así hasta que, después de la Toma de la Bastilla, se acordó unir ambos colores (distintivo de los patriotas) con el blanco, color de la dinastía reinante, en señal de unión entre el pueblo y el monarca. Desde aquel entonces la Cucarda tricolor reemplazó en todas partes la escarapela blanca, y los tres colores pasaron a ser los colores nacionales de Francia. En la Restauración de 1814, los Borbones volvieron a su antigua bandera blanca, pero después de la Revolución de 1830 se adoptó definitivamente la tricolor.
El director de operaciones del Elíseo, Arnaud Jolens, está en el origen de la iniciativa. En el libro “Elysée Confidentiel”, publicado a mediados de septiembre, confiesa que visitó a Macron en su despacho en vísperas de la Fiesta Nacional de Francia de julio de 2020, blandiendo dos banderas con las diferentes tonalidades de color azul. “Por cierto, mañana cambiaré las banderas de todos los edificios de la presidencia. El jefe de Estado sonríe”.

El historiador Jean Garrigues explicó en la cadena France Info, que esta bandera “forma parte de un cierto número de privilegios, que llamamos el fait du prince. No hay que olvidar que Francia es en cierto modo una monarquía republicana”.
Ya en 2018, Jolens añadió al logo de la presidencia la cruz de Lorena, una cruz utilizada por la Francia Libre del general Charles de Gaulle durante su lucha contra la ocupación de la Alemania nazi.